(ANSA) - BUENOS AIRES, 12 NOV - El crimen y la violencia
representan no sólo un flagelo para América Latina y el Caribe,
donde se concentra un tercio de los asesinatos cometidos en el
mundo, sino que también impactan negativamente el desarrollo
económico de la región.
Así lo afirma un estudio conjunto elaborado por el Fondo
Monetario Internacional (FMI) y el Banco Interamericano de
Desarrollo (BID) que estima el impacto anual de este fenómeno en
el crecimiento, las inversiones, la productividad de las
empresas, la salud y el medio ambiente.
Se trata, como destaca el estudio, de una cifra equivalente
al 78% del presupuesto destinado a educación, el doble del gasto
destinado a asistencia social y doce veces las asignaciones
públicas para investigación y desarrollo.
Los costos directos analizados incluyen la pérdida de
capital humano debido a los homicidios, el gasto en seguridad
empresarial y el gasto público en prevención del delito, pero el
estudio también considera costos indirectos, como el impacto en
las inversiones, la productividad empresarial, la salud, el
medio ambiente, el turismo y la migración.
Según el FMI, una reducción de la tasa de homicidios en
América Latina al promedio mundial (lo que implicaría una
disminución del 60%) implicaría automáticamente un crecimiento
anual del 0,5%, y un aumento del PIB del 5% en 10 años.
Por lo tanto, el estudio sugiere un enfoque de la seguridad
centrado no tanto en aumentar el gasto en orden público y
seguridad sino en políticas integradas que mejoren la eficacia
de los programas sociales, el acceso al trabajo y el estado de
derecho. (ANSA).