Por Marcos Romero
(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 13 NOV - El triunfo del
republicano Donald Trump en las presidenciales del pasado 5 de
noviembre y sus primeros nombramientos de políticas de línea
dura en cargos relacionados con la seguridad interna de Estados
Unidos no logró disuadir a miles de migrantes de marchar en masa
hacia la frontera con ese país.
Entre otros funcionarios, Trump designó a Thomas Homan, ex
jefe del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, como el
"Zar de la Frontera" para dirigir la estrategia contra la
migración indocumentada y cumplir con la promesa del presidente
electo de expulsar a por lo menos un millón de migrantes
irregulares cada año.
La presidenta Claudia Sheinbaum señaló a sus compatriotas
que viven en Estados unidos "que siempre los vamos a defender,
que se acerquen a los consulados" y que estos serán reforzados
para anticiparse a las medidas que pueda adoptar el futuro
mandatario.
También dijo que está buscando una reunión entre
funcionarios mexicanos y el gabinete de transición de Trump para
"poder avanzar previamente en la coordinación" de las políticas
migratorias bilaterales.
Con la esperanza de anticiparse a las deportaciones
masivas que prometió durante su campaña, al menos unas 2.500
personas integran una nueva caravana que inició hace 5 días un
nuevo intento desde el sureño estado de Chiapas para llegar
hacia el norte.
Asimismo, grandes cantidades de migrantes siguen entrando
por la frontera sur y buscando arribar por su cuenta hacia la
frontera norte, pagando a organizaciones criminales con la
esperanza de anticipar su llegada a Estados Unidos antes de que
asuma Trump su encargo el 20 de enero próximo.
Solo en octubre pasado hubo dos grupos más que trataron
buscaron desplazarse en la zona, aunque el gobierno mantiene
estrategias de contención que frena estas movilizaciones.
"La afluencia de migrantes aumentó en los últimos días
tras el triunfo de Trump. A diario entran muchos por el río
Suchiate", dijo Luis, un venezolano que arribó a Tapachula días
antes de las elecciones en Estados Unidos, donde triunfo el
republicano, al diario capitalino Reforma.
El sábado pasado, el contingente integrado por personas
de una docena de nacionalidades recorrió unos 30 kilómetros
sobre la ruta México 200, en un esfuerzo por avanzar al norte,
hasta llegar a la localidad de Escuintla.
Sin embargo, esta semana algunos integrantes de la
caravana comenzaron a desistir en su extenuante caminata al
llegar a Mapastepec, debido a problemas de salud, por el
cansancio excesivo, laceraciones en los pies y debilidad,
atribuida a su mala alimentación.
No obstante, todavía permanecen más de 2.000 personas
resueltas a seguir adelante, entre ellas niños y mujeres, debido
a enfermedades, laceraciones y fatiga.
"Hemos hecho un esfuerzo muy grande para llegar aquí, pero
han pasado muchas cosas. Mi bebé hoy tiene fiebre, está bastante
enfermita, tú sabes de cinco meses. Es muy arriesgado", dijo
Natali Rivero, migrante de Venezuela, citada por el diario La
Jornada. Otro de sus compatriotas, identificado como Leonaldo
Longa, comentó que "la situación la he visto muy ruda" porque
"muchas mujeres vienen con niños". (ANSA).