Por Antonio Fatiguso
(ANSA) - PEKIN, 14 NOV - Con el nuevo supercaza furtivo J-35A
de quinta generación, China revela todas sus ambiciones de
desafiar la supremacía de Estados Unidos en los cielos: de
hecho, el Airshow China 2024 en Zhuhai, Guangdong, nunca
representó la mejor oportunidad para que el presidente Xi
Jinping muestre los resultados del proceso de modernización de
las Fuerzas Armadas, en ocasión del 75 aniversario de la
fundación de la Aeronáutica del Ejército Popular de Liberación.
La primera actuación del J-35A causó un gran revuelo en las
redes sociales: se elevó por encima de la multitud de
espectadores en un breve sobrevuelo, haciendo un ascenso
pronunciado sobre dispositivos de postcombustión antes de
alejarse y desaparecer de la vista, según videos publicados por
los medios estatales.
Un nuevo diseño, más futurista y alejado de los creados
sobre la base tradicional rusa, hasta el punto de acercarse a
los modelos estadounidenses, y empujar a Pekín hacia un papel de
mayor peso global, empezando por el Indo-Pacífico.
En la principal exposición internacional de aviación y
aeroespacial de China, se exhibieron sin precedentes tres tipos
de aviones de combate furtivos: además del J-35A, un lote de
J-20 chinos y el nuevo avión de fabricación rusa, el Su-57.
Hasta hace unos años, la atención la habría monopolizado el
supercaza de la Fuerza Aérea de Moscú.
Pero ante los innegables avances tecnológicos chinos, la
presencia en el Airshow China del secretario del Consejo de
Seguridad Nacional ruso, Serghei Shoigu, apareció más como un
comprador que como un vendedor, en medio de las dificultades
encontradas en la guerra desatada por Moscú contra Ucrania.
Además, para desafiar al UH-60 Black Hawk estadounidense,
hizo su debut el helicóptero Z-20J del ejército chino, en su
variante naval.
Los analistas militares lo consideran un paso importante
para llenar los vacíos en la capacidad de la Armada de Pekín.
El Z-20J avanza hacia el establecimiento de una plataforma
antisubmarina completa y fiable.
Aunque China está desplegando buques de guerra cada vez más
avanzados como parte de su modernización militar a largo plazo,
existen lagunas en la protección.
Su flota emergente está expuesta a ataques submarinos,
frente a capacidades de defensa ya perfeccionadas por muchos
rivales.
Por otra parte, los esfuerzos para reforzar las capacidades
navales avanzan a buen ritmo, mientras se multiplican los
rumores sobre las pruebas de modelos de portaaviones de
propulsión nuclear, el verdadero salto de calidad después de los
tres portaaviones convencionales: Liaoning, Shandong y Fujian.
Finalmente, apareció un nuevo transbordador espacial en
Zhuhai, décadas después del final de un programa similar
estadounidense.
Se llama Haolong y se trata de un transbordador no tripulado
reutilizable que, según los planes informados por China Daily,
se utilizará para transportar carga a la estación espacial china
Tiangong, gracias a la ayuda de un cohete portador.
Hay poca información disponible sobre el proyecto, incluidos
los tiempos de implementación, aparte de la plena confianza de
que se implementará. (ANSA).