Por Francesco Gallo
(ANSA) - ROMA 13 NOV - "Nápoles-Nueva York", la última
película de Gabriele Salvatores, es un verdadero cuento de hadas
que surge del cineasta Federico Fellini y del guionista Tullio
Pinelli, reversionados por el director.
El film estará en cartelera en Italia a partir del 21 de
noviembre.
Se trata de una historia con sabor neorrealista, escrita en
la segunda mitad de los años 40 por un Fellini que aún no era
director, pero ya inventor de muchos temas con su inseparable
amigo Tullio Pinelli.
En la película se narran las tristes y difíciles historias
de dos pilluelos napolitanos obligados por la vida a intentar
una aventura estadounidense.
Por un lado, hay una Nápoles aún destruida por la guerra y,
por el otro, una Nueva York totalmente fantástica en pleno sueño
de Fellini, pero donde los dos chicos descubren, junto con el
asombro, que los italianos fueron objeto de un racismo igual al
de aquel hacia los negros. Algo reiterado varias veces en
"Nápoles - Nueva York".
A la pregunta de si se trata de una película sobre la
solidaridad con los demás, Salvatores subraya que responderá
"con un dicho napolitano".
"Cuando te caes por las escaleras piensas 'nos estamos
cayendo, pero ahora viene el rellano'. Hoy es un poco así,
estamos rodando apresuradamente esperando el aterrizaje. Sí, es
verdad, esta es una película de aterrizaje", dice.
Los dos pequeños protagonistas extraordinarios son Carmine
(Antonio Guerra) y Celestina (Dea Lanzaro) que intentan
sobrevivir lo mejor que pueden, ayudándose mutuamente.
Una noche abordan un barco rumbo a Nueva York como polizones
para vivir con la hermana de Celestina, quien había emigrado
meses antes. Los dos niños se unen a los numerosos emigrantes
italianos que buscan fortuna en Estados Unidos y aterrizan en
una metrópolis desconocida que les parece verdaderamente
maravillosa.
Sobre el tema de la solidaridad, Pierfrancesco Favino, que
en la película interpreta a Garofalo, un adorable sobrecargo a
bordo del barco que en un momento piensa en adoptar a los dos
niños, afirma: "Esta película no pretende dar lecciones a nadie
, pero habla de dos personas, Fellini y Pinelli, que con su
imaginación miraban esta América como un sueño, pensando en un
cuento de hadas sobre la mayoría de edad, pero también es cierto
que en lo que respecta a la solidaridad, si miras las cosas de
otra manera, el futuro puede ser mejor".
Filmada en el verano de 2023 entre Trieste, Rijeka, los
estudios Cinecitt… y, naturalmente, Nápoles, la película, la
vigésimo primera de Salvatores, nació del descubrimiento de una
caja que Pinelli estaba a punto de tirar y que contenía escritos
inéditos de Fellini y sobre el cual, subrayó el director, "ya
existe un buen libro de Augusto Sainati publicado por Marsilio".
Salvatores señaló algunas diferencias de la película respecto
del guión original.
"Lo cambié sobre todo en la parte final, la estadounidense,
lo hice un cuento de hadas porque todo era mucho más
neorrealista", afirma.
"Nací en Nápoles, detrás de la Piazza del Plebiscito, en via
Solitaria, no sé si fue una coincidencia, y cuando naces en un
lugar como este nunca puedes deshacerte de él. Es un 'estado de
mente'", asegura.
Para finalizar, el director dice que "no podría haber hecho
una película como ésta con dos niños milaneses".
El reparto también incluye a Omar Benson Miller, Anna
Ammirati, Anna Lucia Pierro, Tomás Arana y Antonio Catania.
"Nápoles - Nueva York" tiene, además, una frase de culto:
"No eres extranjero, simplemente eres pobre. Si eres rico nunca
eres extranjero". (ANSA).