(ANSA) - ROMA, 13 NOV - (Actualizada)
Claudio Ranieri es el nuevo técnico de la Roma, o mejor dicho,
es de nuevo entrenador de la Roma, a la que dirigirá por tercera
vez en su vasta carrera profesional y a la que llega para apagar
el "incendio" que atraviesa el equipo "giallorosso", que por
tercera vez también en esta temporada cambio de timonel.
"Un hueso duro de roer. Por eso me llamaron", fue la definición
a la que apeló el técnico de 73 años al confirmar en diálogo con
ANSA la noticia que circulaba desde hacía algunas horas en
relación con el acuerdo alcanzado tras las negociaciones que
mantuvo en Londres con el grupo Friedkin, propietario del club
italiano.
"Estamos llegando", agregó Ranieri aludiendo a su regreso a la
"Ciudad Eterna" para entrenar a una Roma a la que en su primera
etapa entre 2009 y 2011 condujo al subcampeonato en la Serie A
en la primera temporada y a la que retornó en 2018-19, sin poder
repetir aquella experiencia que ahora buscará repetir para
confirmar que, como suele decirse, "la tercera es la vencida".
En su primer paso por la Roma, Ranieri había reemplazado a
Luciano Spalletti, hoy técnico de la selección "azzurra" y quien
en 2022-23 conquistó el "scudetto" como conductor del Napoli,
mientras que en la segunda sustituyó en el cargo a Eusebio Di
Francesco, actual técnico del Venezia.
Esta vez será para cubrir la vacante que dejó el despido el
croata Ivan Juric tras la derrota por 3-2 frente al Bologna en
el Olímpico que puso fin a un ciclo iniciado en septiembre tras
la salida de Daniele De Rossi y en el cual Roma sumó cuatro
triunfos (Udinese, Venezia, Torino y Dínamo Kiev, este último en
la Europa League) en 12 partidos, de los cuales perdió cinco y
empato tres.
Enfundado en un suéter de color gris y con una sonrisa en el
rostro, Ranieri abordó el vuelo y se ubicó en el asiento número
cuatro, el puesto al que espera llevar al equipo "giallorosso"
que hoy marcha duodécimo en el campeonato con 13 unidades, a
cuatro de la zona de descenso, aunque cinco equipos entre ambos.
La idea es lograr la clasificación a la próxima Champions que
por muy poco se le escapó a la Roma que entrenaba De Rossi en el
pasado torneo, por culpa de un Bologna que terminaría siendo la
revelación del certamen, espina que intentará sacarse en este de
la mano de un Ranieri que admite: "Cuando la Roma me llama, no
puedo decir que no".
Cuando todos lo daban por "pensionado", luego de haber salvado
al Cagliari en la pasada temporada del descenso, Ranieri vuelve
al ruedo apenas seis meses después tras haber firmado un
contrato hasta el final de la actual temporada. Después, el 30
de junio de 2025, debería convertirse en dirigente del club al
que previamente intentará sacar de la crisis que atraviesa.
Los fanáticos celebran en las redes la vuelta de una figura que
tiene espalda para capear el temporal y que terminó superando en
la elección a otros candidatos que tardaron en decirse o
directamente rechazaron el convite, entre ellos Roberto Mancini,
ex DT de la "azzurra" apenas desvinculado de la selección de
Arabia Saudita.
Otro técnico de un combinado nacional apuntado fue Vincenzo
Montella, ex goleador "giallorosso" que integró aquel plantel
que celebró el "scudetto" en 2001 y que hoy dirige al
seleccionado de Turquía, razón por la cual se hubiera visto
obligado a pagarle una indemnización a la federación de ese país
por la rescisión anticipada del vínculo.
Roma terminó apostando por un "viejo" conocido y a la enorme
experiencia del DT que se consagró campeón de la Premier League
con Leicester en 2016, tras haber logrado la Copa y la Supercopa
de Italia con Fiorentina en 1996 y la Copa del Rey (1999), la
Copa Intertoto (1998) y la Supercopa de Europa (2004) con
Valencia.
Elegido como el mejor técnico del mundo en 2016 por la FIFA, que
le entregó el premio "The Best", Ranieri supo entrenar también a
Napoli, Atlético Madrid, Chelsea, Parma, Juventus, Inter,
Mónaco, Nantes, Fulham, Sampdoria y Watford, entre otros.
Mañana conducirá su primer entrenamiento con un plantel de Roma
que cuenta con los campeones mundiales argentinos Paulo Dybala y
Leandro Paredes, con su compatriota Matías Soulé, y con el
alemán Mats Hummels y capitaneado por Lorenzo Pellegrini, dos de
los marginados por Juric.
"En Roma yo era muy feliz hasta que se fue De Rossi. Veremos qué
sucede ahora", afirmó Paredes, con poco rodaje tras el arribo de
Juric, en declaraciones realizadas desde la concentración de la
selección "albiceleste", que se apresta para visitar a Paraguay
y para recibir a Perú en las últimas dos fechas del año en
eliminatorias mundialistas.
Ranieri deberá aprovechar el receso por esa doble fecha FIFA
para empezar a darle su impronta al equipo, que en la
reanudación visitará al Napoli, líder del campeonato, chocará
con Tottenham Hostpur en la Europa League, y luego recibirá a
Atalanta, duelos que pondrán a prueba a una necesitada de un
golpe de timón para enderezar el rumbo y arribar a buen puerto.
Casi a modo de presagio, Rosella Sensi, ex presidenta de la
Roma, advertía horas antes de conocer la noticia: "Ranieri es un
gran entrenador, un gran profesional y conoce bien Roma y a la
Roma. Tiene una gran sensibilidad y espero que pueda comprender
rápidamente qué está sucediendo con el plantel y nos ayude a
resolverlo".
La llegada de Ranieri, según Sensi, ayudará a aquietar las aguas
tras lo que definió como "la traumática salida de De Rossi" y
será bien recibida por los aficionados, decepcionados por la
opaca campaña del equipo que cayó el pasado fin de semana con
Bologna y no levanta cabeza.
A pesar de todo, "el fanático de la Roma nunca abandona al
equipo, ni siquiera cuando esta desilusionado", recordó Sensi,
integrante de una familia histórica en el club del cual, dijo,
espera no se vaya en enero el astro argentino Paulo Dybala, como
algunos anticipan.
"Ojalá que se quede porque, si se va, se haría un daño a sí
mismo", afirmó sobre la "Joya", que en el anterior mercado de
pases rechazó una oferta millonaria para quedarse en la Roma,
que hoy apuesta por la resurrección con el arribo de Ranieri.
(ANSA).