Por Silvana Logozzo
(ANSA) - TEL AVIV, 14 NOV - Desde el pasado 5 de noviembre,
los frentes con más tensiones y hostilidades del mundo viven en
un tiempo suspendido, a la espera de la toma de posesión de
Donald Trump en la Casa Blanca, en enero de 2025.
De hecho, Medio Oriente vive semanas de transición, en las
que los principales actores aceleran o congelan las acciones
militares, según las expectativas.
En ese contexto, funcionarios iraníes dijeron a Sky News
Arabia que Teherán está posponiendo su ataque anunciado contra
el Estado judío -en respuesta a las incursiones israelíes del 26
de octubre- hasta que comiencen las negociaciones con el
presidente electo de Estados Unidos.
El Ministro de Asuntos Exteriores de la República Islámica,
Abbas Araghchi, admitió: "los canales de comunicación con los
Estados Unidos todavía están abiertos".
En el ambiguo lenguaje de la diplomacia de Teherán, el
presidente iraní Masoud Pezeshkian afirmó el martes que su
administración cree "en la afinidad con los amigos y la
tolerancia hacia los enemigos".
"Nos guste o no, al final tendremos que reunirnos con
Estados Unidos en ámbitos regionales e internacionales", dijo.
Desde Washington, las palabras del enviado de Joe Biden para
Medio Oriente, Amos Hochstein, sobre la posibilidad "de
garantizar rápidamente un alto el fuego entre Israel y Hezbolá"
crearon un clima positivo.
Pero, según analistas israelíes, incluso si la
administración estadounidense y el gobierno de Benjamín
Netanyahu están de acuerdo (con el apoyo de París), no se
firmarán oficialmente negociaciones entre Israel y Líbano ya que
"Beirut no aceptará nada con lo que Hezbolá no esté de acuerdo".
El nuevo Ministro de Defensa israelí, Israel Katz, sin
embargo, declaró: "No haremos ningún alto el fuego, no
levantaremos el pie del acelerador y no permitiremos ningún
acuerdo que no incluya la consecución de nuestros objetivos de
guerra. Continuaremos atacar a Hezbolá en todas partes", afirmó.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) anunciaron que
ampliaron sus operaciones terrestres en el sur del Líbano, donde
seis soldados israelíes murieron en enfrentamientos con
milicianos chiitas.
El ejército también continuaba lanzando incursiones contra
objetivos de Hezbollah en el sur de Beirut después de emitir
varias advertencias de evacuación para la población civil.
Entretanto, la Yihad Islámica Palestina publicó un video del
rehén ruso-israelí Alexander (Sasha) Trufanov, secuestrado hace
404 días en el Kibbutz Nir Oz.
No está claro cuándo se rodó el vídeo en el que el joven
dice tener 28 años, pero se publicó dos días después de cumplir
29 años, el segundo que pasó como prisionero en Gaza.
En las imágenes Sasha describe la falta de alimentos, agua
y productos de higiene, y agrega que padece una enfermedad en la
piel que no tenía antes de ser secuestrado.
E insta a los ciudadanos israelíes a pedir al gobierno que
llegue a un acuerdo para la liberación de todos los rehenes: "No
nos olviden", es el llamamiento, al tiempo que afirmó que la
operación de las FDI sólo los pone en peligro.
La madre, que también fue secuestrada y liberada el 29 de
noviembre del año pasado junto con la abuela de Sasha a petición
del presidente ruso Vladimir Putin, dijo estar "feliz de ver a
su hijo vivo, pero muy preocupada por lo que está pasando".
Y le imploró al gobierno israelí y a las FDI: "Salven a mi
hijo, inmediatamente". (ANSA).