Por Giuseppe Maria Laudani
(ANSA) - ROMA, 14 NOV - "El Papa nos escuchó y puede
ayudarnos para que retornen aquellos que todavía están en Gaza".
Confían en la intervención de Francisco los cinco ex rehenes
israelíes luego del encuentro mantenido hoy en el Vaticano con
el pontífice que prometió "rezar por ellos" y que "hará todo lo
posible".
Existe dolor, desesperación, pero aun la esperanza en sus
relatos. Un arcoíris de emociones invade la sala donde hoy
Norberto Luois Har (71 años), Yelena Trufanov (50) y otros ex
prisioneros Hamás, junto a algunos parientes de los
secuestrados, se reunieron con la prensa italiana en la sede de
la Unión de Comunidades Judías Italianas (UCEI), en Roma.
El suyo es un dolor sereno, medido en palabras y gestos, con
una única petición: "un acuerdo" para la liberación de los otros
101 que aún están en manos de los terroristas. Se espera un
entendimiento que llegue "pronto", también gracias a la acción
de los distintos gobiernos, incluido Italia, o incluso "gracias
a Biden o Trump", con el objetivo de "convencer a quienes
necesitan ser convencidos".
"Dense prisa, antes de que llegue el invierno", instaron los
ex rehenes, recordando el "infierno" vivido en los túneles, la
"barbarie" y la "inhumanidad" de los milicianos de Hamás, que
según Har fueron culpables también de violencia sexual y
estupros contra "hombres y mujeres delante de niños pequeños".
Un drama vivido en primera persona y que resuena en los
relatos, incluso de quienes recuerdan el encuentro con el ex
jefe de Hamás, Yahya Sinwar, asesinado a mediados de octubre.
"Lo vimos un par de veces, de vez en cuando pasaba por nuestro
túnel, una vez se detuvo y nos preguntó en hebreo cómo nos
trataban" nuestros verdugos, recordó Yelena Troufanov. Sharon
Lifschitz afirmó inclusive que su madre se había reunido cara a
cara con el líder terrorista y le había preguntado el motivo de
su gresto, "especialmente contra nosotros que somos pacifistas",
sin recibir, sin embargo, respuesta alguna por parte de Sinwar.
"Pasaron ya 37 días desde que nos reunimos para conmemorar
el ataque del 7 de octubre", explicó el embajador de Israel ante
la Santa Sede, Yaron Sideman, que acompañó al grupo al Vaticano.
"Debemos traer a casa sanos y salvos a quienes todavía están
retenidos en Gaza y debemos ganar esta guerra para vivir en un
Estado judío sin que se cuestione su existencia", dijo el
diplomático, y elogió el "extraordinario coraje" de los ex
rehenes.
Entre los ex rehenes también existe una fuerte convicción de
que la brutalidad de Hamás se debía al antisemitismo: "Todo esto
no le habría sucedido a un estadounidense, ni a un chino, ni
siquiera a un italiano", comentó Sharon Lifschitz, y explicó
además que "no acepto las acciones de mi gobierno, y me
manifiesto en las calles, siempre me toman por una agente del
Estado de Israel". (ANSA).