(ANSA) - NUEVA YORK 15 NOV - Lara Trump senadora en Florida
en sustitución de Marco Rubio, recién nombrado secretario de
Estado. Es la idea que está ganando fuerza entre las filas
republicanas para asegurarse un puesto clave con un leal al
presidente electo.
"Me gustaría considerar la hipótesis si lo pregunta el
gobernador de Florida, Ron De Santis", se limitó a decir la
esposa de Eric, uno de los hijos de Trump, definiéndose -ante
los micrófonos de Fox- como la más alineada "con el próximo
presidente" y con sus valores y políticas de "Estados Unidos
primero".
A muchos republicanos les gusta la perspectiva. "Ella sería
una gran senadora y representaría a Florida de la mejor manera
posible", comentó Rick Scott, senador Maga y ex gobernador de
Florida.
"Ella sería una voz importante para las familias y otra
madre de niños en edad escolar que entiende contra qué estamos
luchando. Lucharía para proteger el sueño americano", dijo la
senadora republicana de Alabama Katie Britt.
Madre de dos niños, de 4 y 6 años, Lara fue animadora en la
escuela secundaria y en la Universidad Estatal de Carolina del
Norte, donde estudió comunicaciones con el sueño de convertirse
en comentarista deportiva. Después trabajó como modelo y ganó
algunos concursos de bikini. Luego se mudó a Nueva York en 2005
para asistir a la escuela de pastelería y por un corto tiempo
tuvo su propio negocio.
En 2008, amor a primera vista, en un bar de Manhattan, con
el tercer hijo de Trump, que le llamó la atención - dijo en el
pasado - no por su nombre sino por su altura. La boda se celebró
en 2014.
Mientras tanto, Lara había empezado a trabajar como
productora de televisión y Trump reconoció inmediatamente su
talento, involucrándola en la campaña de 2016, cuando también
encabezó la gira en autobús 'Mujeres por Trump' para bajar el
tono de las críticas misóginas y sexistas por la imagen de su
suegro.
El gran salto se produjo recién este año, en marzo, cuando
el magnate la impuso como co-presidenta del partido, una
elección que todos consideraron nepotista. Sin embargo, se ganó
sus galones en el campo, recaudando millones de dólares y
llevando a cabo una campaña sin cuartel para lograr que los
votantes republicanos se registraran para votar.
Con la ausencia de Ivanka, la hija favorita del presidente
electo, y el discreto papel de Melania, Lara se ha convertido en
la nueva estrella de la familia y el posible salto a senadora
sellaría su ascenso, coronándola como reina de la familia.
(ANSA).