Por Silvana Logozzo
(ANSA) - TEL AVIV, 15 NOV - Veinte días después del poderoso
ataque de los cazas de la Fuerza Aérea Israelí contra la
república islámica de Ali Jamenei -después de los misiles
balísticos lanzados contra Israel el pasado 1 de octubre-, las
desastrosas consecuencias ocultas hasta ahora por la
omnipresente censura iraní están comenzando a emerger.
Fuentes estadounidenses y de Tel Aviv dijeron a Axios que
las bombas de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) destruyeron
el centro secreto de investigación de armas nucleares, el infame
Taleghan 2 en el complejo militar de Parchin, a 32 kilómetros de
la capital.
Como apoyo hay imágenes de satélite de alta resolución que
muestran el edificio entre escombros.
Como resultado, el sitio, anteriormente declarado inactivo,
quedó completamente destruido y los esfuerzos iraníes durante el
año pasado para reanudar la investigación de armas nucleares
sufrieron daños significativos.
Un golpe excepcional para Benjamín Netanyahu y su
inteligencia, que desde hace años intentan mantener bajo control
los peligrosos objetivos nucleares de los ayatolás.
Los misiles de Tsahal destruyeron el sofisticado equipo
utilizado para diseñar los explosivos plásticos que rodean el
uranio en el dispositivo nuclear y son necesarios para
detonarlo.
Aunque Teherán niegue desde hace mucho tiempo que esté
buscando armas nucleares: la semana pasada el ministro Abbas
Araghchi afirmó que "Irán no está buscando armas nucleares".
Mientras, Jamenei trabaja en todos los frentes que abrió en
Medio Oriente: su emisario, Ali Larijani, llegó a la región con
un objetivo concreto.
Perseguido, literalmente, por los bombardeos de las FDI el
jueves en Damasco y hoy en Beirut, el alto asesor del Líder
Supremo representó la posición de Irán sobre la tregua en el
Líbano.
Aunque indirectamente, Teherán hizo saber que apoyará
cualquier decisión de Beirut y de la "resistencia" en el Líbano,
es decir, de Hezbolá, de alcanzar una tregua.
Después subrayó que no abandonará a Hezbollah y a sus
aliados bajo ninguna circunstancia.
Es decir, los ayatolás no se oponen al alto el fuego, pero a
nadie se le ocurre aplastar a la organización aliada.
Mikati, por su parte, pidió a Irán "no favorecer a una parte
a expensas de otra" y reiteró la importancia de apoyar la
posición del Estado libanés respecto a la aplicación de la
Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, adoptada en
2006 para poner fin a las hostilidades entre Hezbolá e Israel.
El primer ministro subrayó que Beirut da prioridad al fin de
las hostilidades israelíes y a la aplicación de la resolución,
sin modificaciones ni interpretaciones.
A mediados de octubre, Mikati acusó abiertamente a Irán de
injerencia y de "intento de protección" tras las controvertidas
declaraciones del presidente del parlamento iraní sobre una
posible negociación sobre el sur del Líbano.
Durante la cumbre árabe e islámica de los últimos días en
Riad, el jefe del Gobierno libanés pidió el fin de la injerencia
extranjera en los asuntos del país, aunque sin mencionar
explícitamente a Teherán.
Mientras, las Fuerzas de Defensa de Israel seguían
bombardeando con misiles los emplazamientos de Hezbolá en el sur
de Beirut, con tres oleadas de ataques el viernes que
derribaron, entre otras cosas, un edificio de 11 plantas,
mientras los habitantes, advertidos previamente por el ejército
de que se desplazaran 500 metros, filmaron el desastre en vivo
con sus teléfonos móviles como en una película de desastres.
Durante el día, sin embargo, una granada israelí del calibre
155 cayó, afortunadamente sin explotar, en el gimnasio de la
base italiana de la Unifil en Shama.
Una bala que podría haber causado daños importantes dada su
letalidad.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Antonio
Tajani, llamó a su colega israelí Gideon Saar, calificando de
"inaceptable" otro incidente más que involucra al contingente de
la ONU en el sur del Líbano y esperando que se alcance un alto
el fuego.
"Reiteré la petición de protección a los soldados
italianos, que están allí por la paz y no son terroristas. Saar
garantizó una investigación inmediata del incidente", informó el
jefe de la Farnesina (cancillería italiana). (ANSA).