Por Alberto Zanconato
(ANSA) - MOSCU, 15 NOV - Luego de dos meses de escaramuzas
hechas de anuncios a medias y desmentidas, finalmente la llamada
telefónica entre Vladimir Putin y Olaf Scholz tuvo lugar. Un
coloquio probablemente acelerado por la victoria de Donald
Trump, con el que el canciller alemán habló la semana pasada
para anunciar que está listo para "trabajar juntos para el
retorno de la paz en Europa".
Pero los relatos oficiales describen un intercambio de
opiniones duro ("franco", en el lenguaje diplomático usado por
el Kremlin) que no parece dejar espacio a verdaderos resquiciios
para el fin del conflicto bélico en Ucrania en el breve plazo.
La conversación fue dada a conocer tanto por Berlín como por
Moscú, a diferencia de la de Trump y Putin que, según el
Washington Post (WP), tuvo lugar dos días después de la votación
en Estados Unidos, pero que fue desmentida por el Kremlin y no
confirmada por el equipo del presidente electo.
En las últimas horas, entre otras cosas, Trump prometió que
su administración trabajará "muy duro con Rusia y Ucrania"
porque "deben parar". Mientras que el ministro de Asuntos
Exteriores ruso, Serguei Lavrov, dijo que está esperando las
propuestas del magnate, aunque desconoce en qué consisten,
porque "cuando un político dice que no está a favor de la guerra
sino de la paz, merece atención en cualquier caso".
Putin y Scholz, por su parte, hablaron por primera vez, dos
años después de la última llamada telefónica entre ellos, a
comienzos de 2022. Como en aquel entonces, luego de la
conversación, se anunció que los contactos continuarán, al menos
entre los respectivos equipos.
Pero las partes dijeron que se mantenían firmes en sus
posiciones. El gobierno alemán manifestó que el canciller instó
a Rusia a retirar sus tropas y "estar dispuesta a negociar con
Ucrania" para lograr "una paz justa y duradera". Scholz también
subrayó "la determinación de Alemania de apoyar a Kiev durante
el tiempo que sea necesario en su lucha defensiva contra la
agresión rusa". Las mismas cosas dichas hace dos años, conforme
lo anunciado públicamente.
Putin inmediatamente puso sus cartas sobre la mesa: un
posible acuerdo para poner fin al conflicto debe "basarse en las
nuevas realidades territoriales", es decir, en lo que Moscú
logró hasta ahora. En realidad, más. El Kremlin recordó que
Putin, en un discurso en el ministerio de Asuntos Exteriores,
puso como condiciones para un alto el fuego la retirada de las
fuerzas ucranianas de las cuatro regiones parcialmente ocupadas
(Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jérson) y el compromiso oficial
de Kiev de no unirse a la OTAN.
Imposible saber si los dos políticos se limitaron a esto o
si, en cambio, surgió una novedad. El contenido de la
conversación fue explicado por Scholz a los socios europeos.
puntualizó Spiegel. En tanto, el vocero del Kremlin, Dmitry
Peskov, expresó "satisfacción" por el hecho de que el canciller
se contactó con Putin, pero subrayó que "no se puede decir que
haya habido algunna coincidencia de opiniones".
El coloquio fue suficiente para alarmar a Volodimir
Zelensky. A Scholz, que lo contactó antes de llamar a Putin, el
presidente ucraniano dijo que con su iniciativa "ayudará al
presidente ruso a reducir su aislamiento y, en última instancia,
a continuar la guerra en Ucrania".
Los mismos conceptos expresados ;;por el ministerio de
Asuntos Exteriores de Kiev según los cuales "son necesarias
acciones concretas y fuertes contra Putin, no persuasiones e
intentos de apaciguamiento, que ve como signos de debilidad y
utiliza en su beneficio".
Zelensky se mostró más indulgente con Trump. Bajo su
administración, dijo en una entrevista con Suspilne, "la guerra
de Rusia contra Ucrania terminará antes, aunque no hay una fecha
exacta". Además, añadió el líder ucraniano, se había
desarrollado "una interacción constructiva" con el presidente
electo, y reiteró que el magnate le habría pedido participar en
las negociaciones con Rusia.
En tanto, los combates, y los bombardeos, continúan. La
oficina del fiscal general de Kiev informó que una mujer de 35
años murió y diez personas quedaron heridas en un ataque aéreo
ruso contra la ciudad portuaria de Odesa, la pasada noche. En
vez, el ministerio ruso de Defensa anunció que las fuerzas de
Moscú conquistaron otro pueblo en el este de Ucrania:
Stepanovka, en la región de Donetsk. (ANSA).