(ANSA) - APPIANO GENTILE, 16 NOV - Italia y Francia chocarán
mañana en un Giuseppe Meazza que se anticipa colmado en la
última fecha de la Nations League, a la que ambos llegan
clasificados a los cuartos de final y en un duelo al que la
"azzurra" de Luciano Spalletti arriba como líder del Grupo A2
con tres puntos de ventaja sobre los "Bleus" de Didier
Deschamps.
Será la segunda vez que se enfrenten en esta edición del torneo,
en el que Italia sorprendió a los subcampeones mundiales en el
Estadio Parque de Los Príncipes al derrotarlos por 3-1 en el
estreno en un partido que los locales habían comenzado ganando
antes de cumplirse el minuto de juego con un gol de Bradley
Barcola.
Por eso, este nuevo choque frente a la "azzurra" tiene sabor a
revancha para Francia, que "está viva y sabe qué es lo que tiene
que hacer para derrotarla y superarla en la cima de la tabla",
advierte Deschamps, al aludir a los puntos que dejó escapar su
equipo en su anterior presentación tras igualar sin goles con
Israel en el Stade de France de Saint-Denis.
Fecha en la que el equipo de Spalletti superó por 1-0 en
Bruselas a Bélgica para sacarle tres puntos de ventaja a su
escolta y asegurarse el pasaje a cuartos, razón por la cual el
entrenador italiano anticipó hoy: "La idea es mantener el mismo
plantel o cambiar muy poco en un partido en el que todos quieren
estar".
"Así lo percibí en la práctica del viernes", destacó al explicar
que "a veces, la sucesión de partidos en el campeonato hace que
tengamos muchos lesionados y muchos jugadores agotados, incluso
mentalmente, pero cuando consigues buenos resultados, ese
cansancio desaparece rápidamente", aclaró al considerar que
Moise Kean, jugador de Fiorentina "podría llegar a jugar
mañana".
"Está en buenas condiciones", dijo sobre el posible reemplazante
del ítalo-argentino Mateo Retegui y al confesar que suele "mirar
los partidos de Real Madrid y Manchester City y su
característica es hacer fácil lo difícil porque cuentan con
grandes campeones que suelen no fallar cuando tienen la pelota y
saber gestionarla suele hacer la diferencia", explicó.
El llegar al duelo con Francia tres puntos arriba no significa
que Italia vaya a conformarse con el empate, menos jugando ante
su público, que agotó más de 68 mil entradas disponibles para
ver a una "azzurra" renovada, que parece haber recuperado su
identidad tras la pálida actuación en la Eurocopa de Alemania,
en la que defendía la corona que hoy ostenta España.
"Francia intentará ganar el partido, pero nosotros estamos
obligados a tratar de regalarle una alegría a toda esta gente
que mañana colmará el estadio y el empate sólo debería ser fruto
de la imposibilidad de alguno de los equipos por ganarlo",
destacó Spalletti al aludir a la vuelta de Italia a San Siro,
donde jugó por última vez (frente a Ucrania) en las
eliminatorias a la Eurocopa.
Fue con victoria por 2-1 antes de enfrentar a ese mismo rival en
Leverkusen para asegurarse el segundo pasaje en el Grupo C rumbo
al torneo del que se despidió en octavos de final con derrota
por 2-0 frente a Suiza.
"Aquella derrota con Suiza no la olvidaré jamás, ni siquiera si
nos clasificamos al Mundial" de 2026, afirmó Spalletti al aludir
a la ausencia de Italia en las pasadas dos ediciones celebradas
en Rusia 2018 y en Qatar 2022, a pesar de asegurar que ese
capítulo ya quedó en el pasado "y difícilmente nos afecte en el
futuro".
El regreso a San Siro será especial también para el arquero y
capitán Gianlugi Donnarumma, ex jugador del Milan y hoy en París
Saint-Germain, que cumplirá 71 partidos con la selección y
afirmó: "Es un estadio increíble y el clima que viviremos mañana
será por mérito propio, porque hemos vuelto a ilusionar a los
aficionados".
Francia tiene espalda como para soportar la presión del público
y deberá hacerlo si quiere ganar para desplazar a Italia de la
cima, más aún después de las críticas recibidas luego del empate
con Israel en Saint-Denis que no melló el ánimo de un Deschamps
que lleva 12 años en el cargo y afirma: "Sigo teniendo la misma
energía y mi misión es mantener a Francia en lo más alto".
"Las críticas son habituales en el fútbol, al igual que los
elogios, pero eso no cambia lo que creo que hace falta para que
el seleccionado siga siendo competitivo y porque, además,
siempre hay algo que aprender. Basta con ver a (Claudio) Ranieri
entrenando a la Roma con 73 años", comparó el DT galo al aludir
al flamante entrenador "giallorosso".
Al aludir a esas críticas, Deschamps recordó también que
"seguimos segundos en el ranking de la FIFA (por detrás de
Argentina, su verdugo en la final de Qatar 2022, Ndr) e hicimos
una gran Nations League con jugadores jóvenes y sin
experiencia", al anticipar que realizará algunos cambios en el
plantel que empató con Israel "para darle rodaje a quienes
jugaron menos".
Para varios integrantes del combinado francés, jugar en San Siro
será como hacerlo en casa, tales los casos de Mike Maignan,
arquero del Milan, y de Marcus Thuram, goleador del Inter que
podría ser la solución a la falta de gol de su selección, aunque
también para Deschamps: "He vivido muchos años felices en Italia
(como jugador de Juventus, Ndr) y cuando vengó a este país me
dicen Mister, pero estoy bien en donde estoy", aclaró.
Antes del partido que será arbitrado por el esloveno Slavko
Vincic, la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) rendirá homenaje
a Gigi Riva, una leyenda de la selección italiana al igual que
Paolo Maldini, Fabio Capello, Giorgio Chiellini, Roberto
Donadoni, Christian Vieri, Mauro Tassotti, Pietro Vierchowod y
Daniele De Rossi, cuya presencia se anuncia mañana en San Siro.
Serán algunos de los 70 mil que colmarán ese escenario respecto
de los apenas 4 mil que asistieron en la Arena Cívica de Milán
el 15 de mayo de 1910 al primer partido entre Italia y Francia y
que vio ganar por 6-2 a la "azzurra" hace 114 años y con otros
39 enfrentamientos entre aquel y este nuevo choque entre dos de
las potencias de Europa.
Mañana, Italia saldría a la cancha con: Donnarumma; Giovanni Di
Lorenzo, Alessandro Boungiorno, Alessandro Bastoni; Andrea
Cambiaso, Davide Frattesi, Nicoló Rovella, Sandro Tonali,
Federico Dimarco; Nicoló Barella y Moise Kean.
El equipo de Deschamps formaría con: Maignan; Jules Koundé,
Ibrahima Konaté, Dayot Upamecano, Lucas Digne; Mattéo Guendouzi,
N'Golo Kanté, Adrien Rabiot; Kingsley Coman, Thuram y
Christopher Nkunku. (ANSA).