(ANSA) - WASHINGTON 17 NOV - Donald Trump está decidido a que
Matt Gaetz sea confirmado como secretario de Justicia de su
futuro gobierno.
Lo quiere "al 100%" a pesar de las críticas y las dudas
sobre su capacidad para conseguir los 51 votos necesarios en el
Senado para la confirmación.
Lo informa CNN citando algunas fuentes, según las cuales
Trump cree que Gaetz es el miembro más importante de su
gobierno.
Esta designación está generando gran debate, ya que sobre
Gaetz pesan cargos de carácter sexual, incluidas relaciones con
una menor.
El Comité de tica de la Cámara de Representantes, que
investiga el caso desde hace algún tiempo, no publicó el
esperado informe sobre el excongresista de Florida bajo la
presión del presidente de la Cámara de Representantes, Mike
Johnson. Según los rumores, el informe incluye el testimonio de
una mujer que presenció las relaciones sexuales entre Gaetz y
una joven de diecisiete años.
En tanto, la influencia de Elon Musk sobre Donald Trump está
empezando a irritar a algunos de los partidarios del presidente
electo, que están sorprendidos de que el multimillonario haya
respaldado públicamente a Howard Lutnick para el puesto de
secretario del Tesoro cuando aún no se ha hecho ningún
nombramiento.
"Muchos no están contentos", dijeron fuentes al Washington
Post sobre Musk, quien parece comportarse como un
"copresidente", yendo potencialmente más allá de su papel
previsto en el entorno de Trump.
La presencia constante de Musk, ahora definido como el
"primer amigo", está poniendo nervioso al equipo de transición,
que lo considera completamente ajeno a la dinámica de
Washington.
El caso Lutnick, preferido al del otro candidato Scott
Bessent, se considera un ejemplo del intento de Musk de influir
en las elecciones del presidente y de intentar hacerlo de forma
poco ortodoxa.
La salida pública del multimillonario a favor del director
general de Cantor Fitzgerald contrasta, informa el Washington
Post, con el informe presentado por algunos aliados de Trump que
destaca que Lutnick fue un importante financista de Hillary
Clinton.
Un ida y vuelta que muestra las crecientes tensiones en
Mar-a-Lago. (ANSA).