(ANSA) - BUENOS AIRES 18 NOV - La Cumbre del G20 comienza en
Río de Janeiro, con los líderes de las mayores economías del
mundo, la Unión Europea y la Unión Africana, e incluso el
Vaticano, en un escenario de intensos debates sobre cuestiones
globales cruciales, como las guerras en Ucrania y la Franja de
Gaza.
Sin embargo, a pesar de los intentos del gobierno del
presidente Luiz Inácio Lula da Silva de alinear una posición
común, todavía no hay consenso entre los países sobre la
declaración final. Y los equipos diplomáticos siguen negociando.
Las diferencias radican principalmente en el lenguaje
utilizado para abordar los conflictos internacionales, después
de que Rusia lanzara el pasado domingo su mayor ataque en meses
contra Ucrania, matando a 11 personas, entre ellas dos niños. Al
mismo tiempo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que
llegó anoche a Río, autorizó a Kiev a utilizar misiles de largo
alcance contra Rusia.
El presidente ruso, Vladimir Putin, no asistirá a la
Cumbre del G20 debido a una orden de arresto emitida por la
Corte Penal Internacional (CPI) por presuntos crímenes de guerra
relacionados con la deportación ilegal de niños.
Los países del G7 - Alemania, Canadá, Estados Unidos,
Francia, Italia, Japón y Reino Unido - pidieron a Brasil que
considere la posibilidad de reabrir las negociaciones sobre el
documento final de la reunión.
"Todo se volvió más tenso", afirmó una fuente del
gobierno de Lula interrogada por el diario O Globo. Por ahora,
la decisión de reabrir el debate está en manos del presidente.
El presidente argentino, Javier Milei, también defiende la
condena a la ofensiva rusa y discrepa de la propuesta brasileña
sobre el conflicto en la Franja de Gaza y la Agenda 2030.
No está previsto que participe este lunes en el
lanzamiento de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza,
iniciativa liderada por Lula. Argentina es el único país del G20
que no firma la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, el
primer capítulo de discusión en la cumbre de líderes. Ochenta
países y 60 organizaciones ya han formalizado su membresía. Así
lo informó CNN Brasil basándose en fuentes diplomáticas.
Milei podría dar un desplante en la cita y no firmar el
documento final, si hay puntos que no satisfacen su línea
ideológica ultraliberal.
Así lo adelanta la prensa de Buenos Aires, basada en
adelantos de cercanos colaboradores del presidente. "Si el texto
diplomático final del G20 violenta su perspectiva personal e
ideológica sobre la agenda del desarrollo sustentable, el cambio
climático, la guerra en Ucrania y la crisis en Medio Oriente, no
firmará el comunicado del G20 y habrá una crisis inesperada en
el foro multilateral", advierte el portal Infobae.
"El presidente argentino considera que el G20 cumple un
papel en el tablero internacional, pero exige que Brasil no use
la agenda del G20 para fortalecer su política doméstica en
detrimento de los intereses permanentes de todos los socios de
la cumbre multilateral", añade el sitio.
El presidente de Brasil, junto a otros países, busca un
consenso en torno a una agenda centrada en la lucha contra la
pobreza y el hambre y, en ese sentido, impulsa la creación de un
impuesto a los "súper ricos", el desarrollo sustentable con
políticas sobre el cambio climático y la igualdad de género.
La diplomacia de Brasil trabaja en el documento final en
"una narrativa emparentada con la Agenda 2030, una línea roja
que Milei no quiere franquear", comenta en su edición de hoy La
Nación. (ANSA).