(ANSA) - MILAN, 18 NOV - Luca Lucci, líder ultrá del Milan
acusado de asociación para delinquir y también investigado por
el intento de asesinato en 2019 de Enzo Anghinelli, de un grupo
rival, recibió otra orden de prisión preventiva en el marco de
otra operación de la Dirección Distrital Antimafia (DDA) sobre
una asociación cercana a la mafia calabresa ('Ndrangheta) que
"importó y distribuyó" "más de 2 toneladas de estupefacientes".
"Sólo tengo guerra en mi cerebro", se lee en uno de los chats de
2020 entre Lucci y un "fiduciario" cercano a la banda
Barbaro-Papalia de la 'Ndrangheta para "organizar una batería
armada" para "tomar el control del mercado de la droga" en Milán
e imponer un "monopolio de las ventas".
Lucci, de 43 años, y otros "elementos destacados del
narcotráfico lombardo" fueron notificados de una orden en una
nueva maxi investigación en el eje Calabria-Lombardía, que
reconstruyó importaciones, incluso procedentes de América del
Sur, de más de dos toneladas, entre cocaína, hachís y heroína y
una red de efectivo de 11 millones de euros con "canales
bancarios clandestinos" dirigidos por chinos.
La Unidad de Policía Económica y Financiera de la Guardia di
Finanza de Pavía y por el Servicio Central de Investigación
contra la Delincuencia Organizada de Fiamme Gialle realizaron un
total de 20 detenciones.
De esas 20 personas arrestadas en las provincias de Pavía,
Milán, Reggio Calabria, Lecco y Piacenza, 15 ya están en prisión
(incluido Lucci) y otras 5 están bajo arresto domiciliario,
acusadas "de pertenecer a una asociación dedicada al tráfico de
drogas, dividida en celdas", cuyos "miembros, a pesar de tener
tareas diferentes, tenía como objetivo adquirir grandes
cantidades de droga para su control en la ciudad de Milán",
especialmente cocaína.
Lucci recibió la nueva orden de arresto preventiva en prisión,
adonde se encuentra desde finales de septiembre pasado por
asociación criminal junto con otros ultras del Milan.
Un caso que también involucró a dirigentes y aficionados del
Inter y que se enfocó en los negocios ilícitos, las agresiones y
extorsiones de las barras de ambos clubes de Milán.
En la orden firmada por el juez de instrucción Luigi Iannelli,
en la investigación de la DDA de Milán, dirigida por Marcello
Viola y Alessandra Dolci, y por el fiscal Gianluca Prisco, se
imputan a Lucci, conocido como "la bestia", 11 episodios de
tráfico de drogas, sobre todo el hachís, incluso "de 96 kg" a la
vez.
En cambio, no figura la asociación destinada al tráfico de
drogas, acusación que afecta, entre otros, a Andrea Rozzo, ahora
en prisión y que habría tomado el lugar de Davide Flachi, hijo
del histórico jefe de la 'Ndrangheta del distrito de Comasina de
Milán, Pepé Flachi.
Esta investigación también se basa en los mensajes recuperados
con un operativo internacional, en marzo de 2021, de los
"criptófonos SkyEcc" y con los que los narcos de varios países
se han comunicado durante años.
De ahí, los negocios de droga entre Antonio Rosario Trimboli
(detenido), considerado "un broker" del narcotráfico
internacional y casado con la hija de Lucci, y Rosario Calabria
(arrestado), un hombre de confianza del jefe del Sur, pero
también primo de Trimboli y vinculado a Domenico Papalia, hijo
de Antonio, un jefe encarcelado de por vida.
Lucci, ya condenado en el pasado por narcotráfico y también
investigado como instigador de un intento de asesinato de
Anghinell (por el que su presunto lugarteniente, Daniele
Cataldo, acabó recientemente en prisión), también es acusado de
estar relacionado con Luca Calajó (nuevamente detenido), sobrino
del presunto narcotraficante del distrito Barona, Nazzareno
Calajó.
A su vez, Roberta Grassi, la presunta contadora de "Rossoneri
Sud", que fue acusada pero no detenida en el marco de la
investigación de la "doble curva", también terminó bajo arresto
domiciliario por complicidad.
El juez de instrucción indicó que Grassi se encargó de operar
"dinero en efectivo" en nombre de Lucci "por unos 2.732.210"
euros sólo entre el 10 de septiembre de 2020 y el "3 de marzo de
2021", es decir, en menos de seis meses.
También de los documentos se desprende que Islam Hagag, uno de
los ultras del Milan detenido hace un mes y medio y que, como
documentan fotografías sociales, en el pasado estuvo a menudo en
compañía del cantante Fedez (no incluido en esta investigación,
sino por la golpiza al entrenador personal Cristiano Iovino),
tuvo dos pistolas "con número de serie desgastado" en su casa de
Cologno Monzese. (ANSA).