Por Silvana Logozzo
(ANSA) - TEL AVIV, 19 NOV - Las fuerzas de la paz de la
UNIFIL volvieron a ser atacadas en el sur del Líbano en tres
incidentes distintos a lo largo del día, en los que cuatro
cascos azules ghaneses resultaron heridos. Esta vez, sin
embargo, no fueron las tropas israelíes las que atacaron, sino
cohetes de Hezbolá.
Ocho cohetes de 107 milímetros alcanzaron el cuartel general
del contingente italiano y el sector occidental de UNIFIL en
Shama, cayendo sobre algunas zonas abiertas y sobre el almacén
de repuestos de la base, donde afortunadamente no había soldados
en ese momento.
Cinco soldados italianos fueron trasladados a la enfermería,
pero su estado no es preocupante. Mientras que los cuatro
soldados de mantenimiento de la paz ghaneses fueron alcanzados
en su base Unp 5-42, al este de la localidad de Ramyah.
La misión de la ONU afirmó en un comunicado que los
lanzamientos probablemente fueron atribuidos a "actores no
estatales", es decir, a la organización proiraní.
Fuentes de la defensa italiana dijeron que los cohetes que
cayeron sobre la base de Shama fueron lanzados por Hezbolá, como
reveló el escuadrón antiexplosivos al certificar el origen de
los proyectiles anteriormente atribuidos erróneamente a Israel.
Una información que inicialmente llevó al propio ministro de
Defensa, Guido Crosetto, a hablar de las responsabilidades
israelíes.
"Es inaceptable que la gente dispare contra el contingente
de UNIFIL. No tienen derecho a hacerlo, son tropas que también
garantizan la seguridad de Hezbolá. Si fue un error, deben
aprender a usar mejor sus armas. No somos enemigos, estamos allí
para traer la paz", comentó el ministro de Asuntos Exteriores,
Antonio Tajani, desde la Farnesina, expresando su solidaridad
con los soldados italianos que están comprometidos con UNIFIL.
El ejército israelí confirmó a ANSA que sus fuerzas no
tenían nada que ver con los cohetes lanzados contra las bases de
la UNIFIL.
Por la tarde, el portavoz de las Fuerzas de Defensa de
Israel (FDI) escribió en la red social X que por la mañana
Hezbolá lanzó un cohete que alcanzó la posición de las fuerzas
de interposición en el área de Ramyeh.
El lanzamiento se produjo desde la zona de Deir Aames, uno
de los lugares utilizados por el grupo militar chiíta para
atacar el norte y el centro de Israel, nuevamente alcanzado hoy
por decenas de bombas, entre cohetes y drones.
Mientras tanto, desde Buenos Aires llegaron noticias de que
Argentina decidió retirar su contingente, presente en el Líbano,
con tres integrantes. La decisión no estaba oficialmente
justificada.
En el otro frente, en Gaza, el primer ministro Benjamín
Netanyahu llegó hoy para visitar a las tropas.
Simbólicamente, el encuentro tuvo lugar en el corredor de
Netzerim, que corta la Franja de norte a sur, y que en los
últimos meses se había convertido en uno de los puntos cruciales
de las negociaciones con Hamás para el alto el fuego y la
liberación de los rehenes.
La oficina del primer ministro publicó fotografías y videos
de Netanyahu haciendo una larga declaración en la playa de Gaza,
al final del corredor, con el mar detrás de él.
"Nuestras tropas lograron excelentes resultados: Hamás ya no
gobernará Gaza. Quiero decirles a quienes tienen rehenes: los
perseguiremos y los capturaremos".
El primer ministro también reiteró su anuncio de que quiere
asignar cinco millones de dólares a quien traiga a un rehén a la
Franja.
En las mismas horas desde Beirut, el enviado de la Casa
Blanca, Amos Hochstein, declaró que el acuerdo para poner fin a
los combates entre Israel y Hezbolá está "al alcance", tras
"conversaciones muy constructivas con el presidente del
Parlamento Nabih Berri (negociador y aliado del Partido de Dios)
en el que se redujeron las brechas. Se lograron avances
importantes", dijo en la conferencia de prensa.
Hochstein también se reunió con el primer ministro saliente,
Nagib Mikati, quien precisó que "la principal preocupación es
que los desplazados regresen a sus hogares, que la destrucción
cese... la prioridad es implementar decisiones internacionales
claras y fortalecer la autoridad del ejército en el sur del
Líbano".
En una entrevista con el periódico Asharq al Awsa, Berri
dijo claramente que "la situación es buena en principio. Aún
deben definirse algunos detalles. Pero ahora estamos esperando a
ver qué vendrá de Israel". (ANSA).