(ANSA) - ROMA 19 NOV - "Cuando hay celebraciones por Mina en
la televisión - dice su hijo Massimiliano Pani - ella cambia de
canal y dice "Ussignur" en cremonese, pero incluso si no está en
las redes sociales y "no hace televisión desde el 74 ni
conciertos desde 78", autores muy conocidos y no siempre le
envían sus canciones primero, con la esperanza de que ella las
haga suyas.
Esta vez, para el nuevo álbum "Gassa d'amante", que sale el
22 de noviembre, Mina eligió piezas de Elisa Toffoli ("Sin
hacerme daño") y Francesco Gabbani ("Desechar"), pero también
rindió homenaje a Fabio Concato, interpretando su "No puedo
dejar de esperarte".
Son diez canciones en total grabadas por la intérprete tan
famosa como tímida
"Se aburre tanto de verse en la televisión que no quiere que
la celebren - explica Pani, que es su colaborador más cercano -
es música, intelectual, una mujer muy irónica e inteligente,
abandonó el personaje de Mina porque la persona es más fuerte
que el personaje".
"Muchos artistas están vinculados a su personaje, pero Mina
- subraya su hijo - está bien sola consigo misma, con esa chica
de Cremona que no se preocupa si la olvidarán, entonces si
alguien la ama... la aman a pesar de ello".
Y "Gassa d'amante" habla de amor, nombre del nudo marinero,
pero también símbolo del vínculo más especial, al que está
dedicado este disco en todos sus matices, unidos por la siempre
sorprendente voz de Mina.
Desde las firmadas por autores famosos hasta las enviadas
por recién llegados, Mina, como siempre, ha elegido
personalmente las piezas entre las miles que le envían cada año.
"Es la directora artística más fuerte de Italia, desde hace
60 años - subraya Pani - elige las piezas adecuadas, que
conectan aunque sean de autores diferentes".
"Siempre es ella quien tiene la idea y decide - explica más
- cuando elige las piezas es un trabajo muy largo y paciente,
escucha las piezas de los profesionales y de los nuevos jóvenes
y es ella quien junta las piezas del rompecabezas".
En este caso, "aquí se siente que puso una parte extra de su
corazón y de su alma, disfrutó cantando este disco y lo hizo -
subraya Pani - con maestría. Nosotros también nos sorprendimos,
su voz también mejoró y realmente no sé cómo es posible. Tiene
un gran instrumento, no lo ha alterado y lo usa
inteligentemente".
En este trabajo optó por presentar las diferentes caras del
amor, sumergiéndose perfectamente en la situación cada vez,
desde la irónica hasta la típica pieza de cuerdas y voz, "True
Love", que entrará en la banda sonora de "Diamanti", la próxima
película de su amigo Ferzan Ozpetek, con quien ya había
colaborado en la serie "Le faite ignoranti", y la película
"Nuovo Olimpo" con "Povero amore", contenida en el álbum "Te
quiero como un tonto".
En el mismo disco hizo un dueto con Blanco en el sencillo
"Un crumbio d'allegria". También gracias a esta colaboración,
Mina ha llegado a un nuevo público y no como un icono de los
años 60 sino que - dice Pani - como una artista de hoy: "Es
sociológicamente interesante ver a todos estos niños que nunca
la han visto en vivo y que quieren hacer una cosa con ella: es
la única artista que no sale en la televisión, no hace
promociones ni conciertos y sin embargo consigue llegar a estos
jóvenes, porque - dicen - ella está por delante".
Quizás porque "logró entender las cosas antes que los demás,
entendió que la televisión que hacían había cambiado y ella hizo
otra cosa, expresó su mundo a través de su gusto musical por
diferentes géneros y así - reflexiona Pani - creó un gran
repertorio en continua evolución".
A lo que se suma una nueva pieza a partir del 22 de
noviembre, presentada en la Semana de la Música de Milán, con
una evocadora escucha en la oscuridad, abierta por la voz de
Mina trabajando en su estudio. Casi una evocación, como la de la
portada del álbum, donde Mina es representada como el mascarón
de proa de un barco por el histórico colaborador Mauro Balletti.
El año que viene, la diva más reservada de la música
cumplirá 85 años.
"A ella no le gusta celebrarse, veremos - concluye Pani - si
hay ideas para un homenaje de forma no invasiva".
Una celebración que, por una vez, no le haga decir
"Ussignur". (ANSA).