(ANSA) - NUEVA DELHI, 20 NOV - Tras la noche más fría de la
temporada, con una temperatura mínima que descendió hasta los 11
grados, Nueva Delhi se despertó por tercer día consecutivo con
una nube de esmog tóxico.
Según el Departamento Meteorológico de la India, el descenso
de las temperaturas se combinó con una densa niebla que redujo
la visibilidad, y el instituto prevé que la niebla persista
durante todo el día.
Debido a la situación de emergencia por contaminación, que
desde el domingo ha alcanzado su nivel más alto en cinco años,
se activaron todas las medidas
previstas por las autoridades de la capital para las fases más
agudas.
Todos los colegios están cerrados, rige la prohibición de
circulación para vehículos pesados, salvo los que transportan
productos de primera necesidad, y de todos los vehículos diésel,
se suspendieron las obras de construcción, tanto privadas como
públicas, y se invita al teletrabajo a las empresas.
El gobierno de la capital india ha anunciado la probable
imposición de placas de tráfico alternativas en los próximos
días.
El Tribunal Supremo intervino en la emergencia exigiendo al
ayuntamiento que no relaje las normas anticontaminación sin
permiso.
La Corte acusó a los gobernantes de irresponsabilidad con
los 20 millones de habitantes, por no haber aplicado desde
noviembre de 2018, cuando la calidad del aire de Delhi tocó por
primera vez niveles "gravemente perjudiciales" para la salud,
medidas a largo plazo, sino solo poner en marcha medidas de
amortiguación en momentos de máxima alerta.
Mientras los que pueden permitirse el gasto se apresuran a
comprar dispositivos para purificar el aire dentro de sus casas
y se agotaron las mascarillas en tiendas y en línea, los
hospitales y clínicas son asaltados por miles de personas que
sufren dificultades respiratorias, tos y dolor de garganta,
irritación ocular y dolores de cabeza.
En los medios de comunicación arrecia la polémica contra la
inacción e incapacidad de las autoridades para atajar las causas
ya conocidas del esmog; en particular, se señalan los
inaceptables riesgos para la salud de millones de ciudadanos que
trabajan en los sectores informales y pasan sus días al aire
libre, expuestos al veneno en el aire. (ANSA).