Por la enviada Silvia Gasparetto
(ANSA) - BUENOS AIRES 20 NOV - No existe solo el vínculo
"histórico" entre dos países que son casi "hermanos". O el deseo
de "colaborar" para mantener unidos el norte y el sur del mundo.
De hecho, existe un pleno "compartimiento político" de valores,
de ideas y del "coraje necesario para defenderlos".
Giorgia Meloni, en su primera visita a América del Sur desde
que asumió como primera ministra, sitúa sin duda a Italia al
lado de Javier Milei y su "alianza" entre los países del "mundo
libre", en la que el presidente argentino ya en los días pasados
también incluyó a Israel y a los Estados Unidos de Donald Trump.
La propuesta del internacional soberanista, Milei la
sostiene desde hace tiempo y ya la relanzó desde Florida, tras
haber estado en Mar-a-Lago para conversar con el magnate, que en
enero estará de nuevo en la Casa Blanca.
Nadie se sorprende cuando vuelve a proponerlo entre los
estucos y espejos del Salón Blanco de la Casa Rosada, sede del
Gobierno argentino, que hizo visitar a la premier italiana,
comprendida la vista a la Plaza de Mayo, con tantos saludos en
señal de victoria a los simpatizantes y curiosos congregados en
las puertas.
Argentina e Italia están unidas por muchas batallas comunes,
sostiene Milei, desde la lucha contra el "virus de la ideología
woke" y el "género", a favor de la "familia", a la reconquista
de la libertad frente a las "regulaciones interminables" hasta
la defensa de la "soberanía" frente a unas instituciones
internacionales cada vez más "escleróticas".
El lenguaje mucho más colorido pero conceptos similares a
los expresados a menudo por la primera ministra, especialmente
cuando viste la túnica de líder del partido. Meloni de hecho no
duda cuando toma la palabra para un respaldo a las batallas de
los políticamente relevantes, aunque Milei no sea Trump.
Ciertamente ambos -que ya se vieron varias veces, incluso en
una cena en la residencia presidencial de Olivos a la llegada de
la premier a Buenos Aires- se gustan, el feeling es evidente: en
la Casa Rosada Meloni es recibida por la hermana de Milei,
Karina -que ocupa el cargo de secretaria general de la
presidencia argentina- con besos, abrazos y bromas como entre
viejos amigos.
Lo mismo cuando llega el líder ultraliberal, con quien
varias veces, como se puede ver en las imágenes oficiales de la
visita, la premier intercambia diferentes opiniones al oído. Y
mientras el presidente argentino pronuncia su discurso ante la
prensa, la premier lo mira, asiente y aplaude convencida. Luego
le llega su turno.
"Argentina es nuestro punto de referencia en América
Latina", comenzó la premier, "Milei nos hizo sentir como en
casa". Aquí existe "la mayor comunidad italiana en el
extranjero", entre el millón de expatriados actuales y los
aproximadamente 20 millones de descendientes de la emigración
italiana en el país sudamericano.
Lo que Italia y Argentina tienen en común es "el amor por
la libertad", subrayó la premier, que antes de llegar a la Casa
Rosada depositó una corona de flores ante el monumento de José
de San Martin, conocido como "El libertador", protagonista de la
independencia de Argentina, Chile y Perú.
Y está la defensa de la soberanía (en la Casa Rosada todo
tiene un atractivo patriótico, incluso la contraseña wifi), y
"de la identidad de Occidente, mucho más que una cooperación
común entre naciones".
Lo que, en cualquier caso, aseguró la primera ministra, está
alineado con muchos expedientes, incluidos los de crisis
geopolíticas, "desde Ucrania hasta Medio Oriente" y Venezuela.
La premier reiteró la posición italiana, que no ha
"reconocido a (Nicolás) Maduro" y llama "presidente electo" a
Edmundo González Urrutia, tal como informó la prensa argentina,
reconociéndolo. (ANSA).