Por Leonardo De Cosmo
(ANSA) - ROMA 20 NOV - De los secretos de la formación de la
placenta y del esqueleto, hasta los organoides del cerebro y la
individualización de nuevas tipologías de células en el
intestino: son decenas los descubrimientos realizados por más de
3.600 investigadores de 100 países, incluido Italia,
comprometidos en el proyecto Atlas de Células Humanas.
Los primeros resultados fueron recopilados en unos 40
artículos publicados en Nature y otras revistas del mismo grupo
editorial. Por Italia contribuyó la Universidad de Milán y el
Human Technopole.
"El Atlas de Células Humanas es un gran esfuerzo mundial
que, en algunos aspectos, recuerda al de los cartógrafos de
siglos atrás", dijo a ANSA
Giuseppe Testa, de la Universidad de Milán y responsable de
Neurogénica en el Human Technopole.
"Este trabajo -agregó- es posible gracias al hecho de que
hoy tenemos las tecnologías para estudiar las células
individuales con gran detalle, por ejemplo, para verificar qué
específicos genes están activos en aquel momento, con el
objetivo de realizar una suerte de mapa de lo que sucede en el
interior de cada simple célula de nuestro cuerpo".
La mies de resultados hasta ahora publicada requirió años y
la investigación está destinada a proseguir por largo tiempo.
Son 18 en el mundo los grupos de trabajo comprometidos en la
construcción del Atlas y cada uno de ellos está activo en
sectores diferentes, de los cuales surgen resultados con un
impacto importante.
Del mapa de células que llevan a la formación del esqueleto,
por ejemplo, aparecieron importantes indicios para la
comprensión de la artritis, el mapa de las neuronas permitió
reconstruir los cambios que tienen lugar en el cerebro durante
algunas enfermedades, en el intestino fueron identificadas
células hasta ahora desconocidas. "Tener mapas de este tipo
-agregó Testa- abre un nuevo paradigma: la medicina
interceptiva. En el sentido de que una vez que se puede observar
en profundidad cada célula y todos los genes que utiliza en ese
momento, es posible comprender cuándo un tejido comienza a
desviarse de su trayectoria normal".
Pero para hacerlo es necesario un mapa: "solo así puedo
saber dónde estoy, dónde quiero ir, y saber si me estoy alejando
de la ruta justa. En otras palabras -señaló- una medicina capaz
de interceptar cada pequeño cambio sin esperar que la patología
esté en un estado avanzado".
En este contexto se inserta el estudio en el que colaboraron
además Emanuele Villa y Nicolo Caporale, de Human Technopole y
la Universidad de Milán, que se focalizó en los organoides
cerebrales, o sea mini-réplicas del cerebro humano ideadas para
poder estudiar más fácilmente el desarrollo del cerebro en un
laboratorio y poder testear fármacos.
"Existen centenares de laboratorios en todo el mundo
-expresó aun Testa- que desarrollan y utilizan estos modelos
para estudiar varias partes del cerebro. Cada modelo tiene sus
características y nuestro trabajo sirvió para hacer que estos
trabajos puedan, en cualquier forma, dialogar entre ellos".
Prosiguiendo con la metáfora de la cartografía, "es como si
hubiésemos puesto a punto una plataforma común en la que todos
los mapas pueden ser compartidos e integrarse entre sí".
El Atlas de las Células es un nuevo instrumento fundamental
a disposición de la investigación, una gigantesca recolección de
mapas que podrá ser continuamente actualizado por estudiosos de
todo el mundo. (ANSA).