(ANSA) - ROMA, 20 NOV - La decisión de Washington de
suministrar minas antipersonales a Ucrania reaviva las críticas
sobre la oportunidad de utilizar dispositivos capaces de matar y
mutilar indiscriminadamente a soldados y civiles en el
conflicto.
Sin embargo, al confirmar la elección de la administración
Biden, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, se
apresuró a señalar que las suministradas por Estados Unidos
serán "minas antipersonales no persistentes".
Las minas "no persistentes" estadounidenses se diferencian
de las utilizadas por los rusos hasta ahora en la guerra porque
se vuelven inertes después de un período de tiempo determinado y
requieren energía de baterías para detonar, según declaró un
funcionario de defensa estadounidense.
Las autoridades estadounidenses no han descrito
específicamente el tipo de bombas, pero según el portal de
información ucraniano Defense Express todo hace pensar que las
que lleguen a Ucrania serán los sistemas de proyectiles Adam
(munición de artillería de negación de área), parte de la misma
familia de armas de los más de 60.000 proyectiles Raam
recibidos en agosto desde Ucrania y equipados con minas
antitanque M741 y M718.
Según Defense Express, un solo proyectil Adam tiene un
alcance de hasta 17,6 km cuando se dispara desde un sistema de
artillería tipo M109 y dispersa minas a hasta 600 metros del
punto de mira.
Las que llevan los proyectiles Adam son las minas
antipersonal de larga duración M67 y las minas antipersonal de
corta duración M72, con un tiempo de autodestrucción fijado en
el momento de su fabricación en 4 o 48 horas respectivamente.
Una vez aterrizada, la mina lanza siete "cables trampa"
capaces de detonar el dispositivo, que sólo puede detonarse
mediante una corriente eléctrica. Si la carga de la batería cae
por debajo de un nivel preestablecido, la mina se autodestruye.
E incluso si no se autodestruye, la batería se descargará
completamente después de 14 días, dejando el dispositivo
inactivo.
A pesar de las garantías dadas sobre el carácter "no
persistente" de estos explosivos, la Cruz Roja Internacional
denuncia desde hace tiempo que incluso las minas "inteligentes"
"ponen en peligro indiscriminadamente a los civiles". (ANSA).