(ANSA) - PIACENZA, 20 NOV - Suele decirse que los
entrenadores son los "fusibles" cuando algo no funciona y por
eso suelen ser los primeros en pagar los platos rotos en una
mala campaña, pero que un club despida a dos en un mismo día
resulta insólito, como sucedió con Piacenza, que milita en la
Serie D, cuarta categoría del fútbol italiano.
Los dirigentes anunciaron por el martes por la mañana la salida
de Carmine Parlato, quien había asumido funciones el 7 de
octubre en reemplazo de Stefano Rossini y fue sustituido por
Simone Bentivoglio, a quien por la tarde y después de haber
dirigido su primer entrenamiento le rescindieron el contrato y
designaron en su lugar a Stefano Rossini.
La inédita situación, según informa la prensa local, habría
respondido al rechazo expresado por los aficionados de Piacenza,
varios de los cuales concurrieron a la práctica del plantel para
hacerle saber al flamante entrenador y a los dirigentes que no
estaban de acuerdo con su designación, amenazando incluso con
desertar en masa en el próximo compromiso del equipo.
Según se supo luego, Bentivoglio no era de su agrado porque en
2011 estuvo involucrado en un caso de apuestas ilegales que le
costó una sanción de 13 meses de suspensión tras haber sido
apuntado por Carlos Gervasoni, ex Piacenza que fue protagonista
de una de las páginas más negras en la historia del centenario
club emiliano, que en los '90 y en los primeros años del nuevo
siglo jugó ocho temporadas en Serie A. (ANSA).