(ANSA) - MANAGUA 21 NOV - Rosario Murillo, a la que una
reforma constitucional hará oficialmente "copresidenta" de
Nicaragua, lleva tiempo ejerciendo el cargo "de facto".
De 73 años, conocida como "la Chayo", es hija de Zoilamérica
Zambrana Sandino, sobrina nieta de Augusto Sandino, el héroe
nacional de Nicaragua e inspirador del movimiento revolucionario
sandinista.
En 1969 Murillo se integró al Frente Sandinista de
Liberación Nacional y trabajó durante una década en el diario La
Prensa con el director Pedro Joaquín Chamorro y con el poeta y
escritor Pablo Antonio Cuadra.
Empezó a escribir poesía en 1973 tras la muerte de su hijo
de un año ocurrida en el terremoto de 1972.
Creó con otros intelectuales el grupo Gradas que integraban
poetas, artistas plásticos y músicos.
Se marchó al exilio en 1977 a Panamá, Venezuela y Costa
Rica, y regresó a Nicaragua con el triunfo de la Revolución
Sandinista en 1979.
Conoció a Ortega durante su exilio en Costa Rica en 1978, y
desde entonces es su pareja inseparable.
Se casaron por la iglesia en 2005 y desde 2017 es
vicepresidenta luego de acompañar a Ortega en la fórmula
presidencial en la campaña de las elecciones.
Ha tenido 10 hijos, siete de ellos con Ortega.
Su primera hija, Zoilamérica, nacida en 1967, fruto de su
relación con Jorge Narvaéz, fue adoptada siendo niña por Ortega,
a quien en 1998 denunció por un delito de violación.
Murillo se posicionó a favor de Ortega y dijo sentirse
"avergonzada" de su primogénita.
Tras trabajar en la promoción cultural de su país en los
años 80, a partir de 2006 se convirtió en la portavoz del
gobierno de Ortega, cuando este volvió al poder, y se dice que
pocas decisiones importantes se toman sin su aprobación.
Preside además el llamado Consejo de Comunicación y
Ciudadanía del Poder Ciudadano.
Sus creencias esotéricas -es seguidora del maestro
espiritual indio Sai Baba- le han llevado por ejemplo a instalar
en la principal avenida de Managua una serie de "árboles de la
vida" para la buena energía.
Se le señala como la ideóloga de las violentas represiones
contra las manifestaciones sociales que tuvieron lugar en abril
de 2018 que provocaron la muerte de al menos 355 personas.
(ANSA).