Por Valentina Brini
(ANSA) - BRUSELAS, 21 NOV - Ursula von der Leyen volvió a
ganar. El fuego cruzado en torno a su nueva Comisión 2.0 cesó. Y
tras días de acusaciones, amenazas recíprocas y negociaciones,
el impasse entre populares, socialistas y liberales se
desbloqueó, sellando un frágil pacto europeísta que blinda a los
dos vicepresidentes del Ejecutivo, Raffaele Fitto y Teresa
Ribera, "casus belli" de un enfrentamiento político mucho más
amplio y articulado.
El acuerdo político se formalizará en el pleno del
Parlamento Europeo del próximo 27 de noviembre con una votación
abierta que, ante la probable deserción de los Verdes, esta vez
contará también con los votos de los Hermanos de Italia (FdI -
Fratelli d'Italia).
El nombramiento de Fitto "es una victoria de todos los
italianos, no del Gobierno ni de una fuerza política", exultó la
primera ministra, Giorgia Meloni, reivindicando "la centralidad
del país" obtenida con la vicepresidencia.
Se hizo eco de estas palabras el viceprimer ministro
Antonio Tajani, que inmediatamente deseó a su colega de Gobierno
lo mejor en su trabajo, con la convicción de que "sabrá sacar el
máximo partido de la contribución de Italia a la gobernanza
europea".
Superadas incluso las últimas escaramuzas (que mantuvieron
en jaque el acuerdo durante toda la tarde), sobre la cláusula
que quería el Parlamento Popular Europeo (PPE) para obligar a la
española a dimitir en caso de acusaciones formales de la
justicia ibérica sobre la gestión de las inundaciones en su
país, al final las almas de la mayoría Urusula concedieron su
favor.
Aunque con una distinción no vinculante contenida en una
adenda: socialistas y liberales "no aprueban la elección" de la
alemana "de asignar a Fitto el cargo de vicepresidente" y exigen
que sea "independiente de su Gobierno nacional".
Sin embargo, los Verdes, que en julio habían sido decisivos
para devolver Europa a manos alemanas, estaban en cualquier caso
en contra de la alianza. "Ahora la mayoría es inestable",
advirtieron.
La fumata blanca entre los coordinadores de todos los
grupos de la Eurocámara llegó a las 22:50 (hora local), sellando
un doloroso pacto de coalición del PPE, S&D y Renew, fruto de
otra ronda de apretadas negociaciones.
Un acuerdo de nueve puntos para que Europa no se haga el
harakiri ante unos equilibrios geopolíticos destinados a cambiar
con el regreso de Donald Trump.
Al comienzo de la jornada en Bruselas, todas las miradas
estaban puestas en el parlamento madrileño, teatro de la
audiencia de la verdad para Ribera.
Acusada por el Partido popular de ser "una ministra a la
fuga", la vicepresidenta se defendió con ahínco, asegurando que
había trabajado "desde el primer minuto para resolver
necesidades y urgencias" y devolviendo al remitente las
acusaciones de mala gestión. A continuación, un mensaje sobre el
futuro: La respuesta al cambio climático no es el fanatismo".
Argumentos que irritaron aún más a los opositores de
centroderecha y llevaron a toda la familia popular a la
advertencia final: si Ribera termina siendo investigada, tendrá
que abandonar su escaño en el Palacio Berlyamont.
Sin embargo, la redacción de la cláusula suscitó dudas
jurídicas que, por la tarde, mantuvieron la votación en jaque.
Las reservas sobre Fitto entre los socialistas de Iratxe
García Pérez fueron hasta el final especulativas, alimentadas
por la oposición de las delegaciones francesa, alemana y
holandesa.
Una distinción criticada por los principales exponentes de
Hermanos de Italia (Fratelli d'Italia -FdI) en el Parlamento
Europeo, Nicola Procaccini y Carlo Fidanza, quienes, celebrando
"el acontecimiento histórico" y anunciando el sí de los
melonianos en el Pleno, reiteraron que "no hay una mayoría
Ursula", pidiendo al Partido Democrático (PD) se distanciará de
la posición de los socialistas. Y von der Leyen también podría
contar con el apoyo de algunas otras delegaciones conservadoras
del ECR, que tendrán libertad para votar.
El texto de coalición acordado por el PPE, el Grupo S&D y
Renew no traza líneas rojas, sino que simplemente reafirma la
colaboración entre todas las familias políticas "pro UE, pro
Estado de derecho y pro Ucrania".
Un dicho que se convirtió en un mantra para la líder alemana
desde la campaña electoral.
Ningún cambio de expediente ni de rango para Fitto y Ribera:
el único comisario debilitado será el leal a Viktor Orban,
Oliver Varhelyi, que verá las insignias sobre derechos
reproductivos, salud mental, gestión de pandemias y resistencia
a los antimicrobianos.
La delegación de la socialista Roxana Minzatu, sin embargo,
amplió los derechos sociales y el trabajo de calidad. Ultima
parada, 27 de noviembre. Entonces la Comisión podrá marcharse,
pero las tensiones en el seno de la mayoría están destinadas a
durar mucho tiempo. (ANSA).