(ANSA) - ROMA, 21 NOV - Angela Carini, la púgil italiana que
saltó a la fama tras tras sufrir una derrota categórica en su
estreno en los Juegos Olímpicos de París, volverá a los
cuadriláteros en el marco de la centésimo segunda edición de los
campeonatos nacionales de boxeo Elite, que se desarrolarán del 3
al 8 de diciembre.
El microestadio "Enrico Somaschini" de Seregno, municipio
italiano de la provincia de Monza, será el escenario del regreso
de Carini, luego de aquel doloroso y polémico traspié en el
estreno del torneo olímpico femenino en los Juegos de París ante
la argelina Imane Khelif, quien terminaría colgandose la medalla
de oro en la categoría hasta 66 kilogramos.
Después de aquella amarga experiencia también para Khelif,
víctima de una campaña de difamación en su contra que la llevó a
iniciar acciones legales después de la cita olímpica, Carini se
refugió en sus afectos familiares y retomó poco a poco sus
actividades también como instructora de boxeo en el centro "Pino
Daniele" de Caivano, Nápoles.
"Es lo más lindo que me sucedió porque el boxeo es lo que más
amo y poder transmitirle esa pasión a los más jóvenes me hace
recordar a mis años de niña, cuando me iniciaba en este deporte
y eso me llena el corazón", confesó Carini, de 26 años, que
volvió a calzarse los guantes el sábado pasado en un combate de
exhibición.
Esta vez, para la pugil que trabaja como policía y supo ser
campeona de tiro, será en una pelea de la categoría hasta 63
kilos en la que tratará de ir por el título nacional, habiendo
dejado atrás aquella amarga experiencia olímpica.
Fue al abandonar luego de apenas 45 segundos y tras recibir el
primer golpe de parte de Khelif, quien hace pocos días se
refirió a ese controvertido combate en París afirmando que la
decisión de la italiana de tirar la toalla respondió a presiones
externas.
"No estoy enojada con Ángela, es mi hermana, compartimos la
misma pasión por el boxeo. Sí lo estoy enojada con quienes la
presionaron para que tuviera una reacción que no creía merecer",
destacó la argelina en diálogo con el programa "El Estado de las
Cosas" de la RAI.
"Como cualquier boxeadora, yo anhelaba un combate normal, pero
fue una farsa. Con Angela nos conocíamos bien porque yo me
entrenaba con la selección argelina en el centro federal de
Assisi, pero no me la tomo con ella, sino con quienes la
obligaron a comportarse de esa manera", reiteró.
"No creo que ella haya actuado así por su propia voluntad. Estoy
absolutamente segura de que la presión a la que fue sometida la
llevó a hacerlo", insistió Khelif, quien tras aquel resonante
triunfo fue blanco de críticas y especulaciones relacionadas con
condición de mujer.
No fue la única que debió afrontarlas y tampoco la única que las
superó para convertirse en campeona olímpica, tal como sucedió
con su colega taiwanesa Lin Yu Ting, quien atravesó un calvario
también hasta llegar a la cima en la categoría hasta 57
kilogramos. (ANSA).