Por Antonio Fatiguso
(ANSA) - PEKIN, 09 DIC - El cerco se estrecha en torno al
presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, investigado por
insurrección y abuso de poder: le quitaron el pasaporte.
El Ministerio de Justicia ha ordenado prohibirle viajar al
extranjero a Yoon, a petición de la fiscalía especial que
trabaja para reconstruir y esclarecer los turbulentos sucesos
del 3 de diciembre, sobre la ley marcial declarada por el
presidente y retirada seis horas después por el rechazo del
Parlamento.
Al mismo tiempo, el Partido del Poder Popular, el partido de
Yoon, celebró una reunión de emergencia para discutir las
modalidades de su dimisión.
La reunión, según informan los medios locales, desembocó en
la creación de un equipo de trabajo para estudiar las distintas
opciones disponibles, con el compromiso de informar a la opinión
pública sobre los esfuerzos para estabilizar la situación.
En cuanto a la investigación, la fiscalía ha dejado claro que
considera al exministro de Defensa Kim Yong-hyun la figura clave
de una de las páginas más oscuras de la historia surcoreana de
los últimos 40 años.
Kim, de hecho, está en el centro de los interrogatorios por
la hipótesis de que aconsejó a Yoon declarar la ley marcial para
romper el estancamiento político en el parlamento controlado por
la oposición, que ejerce una presión asfixiante para denunciar
los escándalos relacionados con el presidente y la primera dama.
Se ha formalizado una petición de detención de Kim, según
informó la agencia Yonhap, y sus declaraciones podrían dar lugar
a una orden de arresto contra el presidente, una posibilidad que
ya no se descarta tras la retirada de su pasaporte.
Kim era una de las personas de mayor confianza de Yoon en el
Gobierno, gracias a un vínculo nacido en los tiempos en que
asistían a la misma escuela.
La policía, por su parte, citó al jefe de contrainteligencia
Yeo In-hyung (suspendido de su cargo) y al exministro del
Interior Lee Sang-min, que dimitió el domingo.
Mientras tanto, el Partido Demócrata, la mayor fuerza de la
oposición, ha movilizado a sus diputados para presentar otra
moción de destitución en el Parlamento, que se debatirá
previsiblemente el 14 de diciembre. ®
"Si fracasamos, seguiremos presentándola hasta que se
apruebe", aseguró el líder del partido, Lee Jae-myung. Una
situación de inconstitucionalidad tan flagrante no es
aceptable". También se prepara una moción de destitución contra
el primer ministro Han Duck-soo por presuntos actos de traición.
La Constitución de Corea del Sur otorga al presidente el
poder de declarar la ley marcial en caso de guerra o emergencia
grave, pero la oposición, la opinión pública y muchos diputados
del propio Partido del Poder Popular han calificado de
"inconstitucional y antidemocrática" la repentina medida
anunciada por Yoon en un discurso a la nación a última hora de
la noche del martes.
Mientras tanto, las protestas apoyadas por grupos cívicos y
sindicatos no cesaron y la sentada con vigilia y velas reunió a
cientos de personas frente al Parlamento, a pesar del frío.
En el frente internacional, Estados Unidos, Japón y Corea
del Sur reafirmaron que seguirán trabajando estrechamente ante
el desafío de Pyongyang, dada la "grave preocupación" por el
avance de la cooperación militar entre Corea del Norte y Rusia.
En Tokio, los enviados de los tres países sobre la cuestión
nuclear del Estado ermitaño subrayaron en una reunión "la
importancia de la cooperación, incluso ante diversas situaciones
complicadas", en alusión a los sucesos que sumieron a Seúl en el
caos. (ANSA).