Por Lorenzo Trombetta
(ANSA) - ROMA, 09 DIC - Como primer acto unilateral y
autoritario, el comandante militar de los insurgentes sirios
pro-turcos, Ahmad Sharaa (Jolani), impuso un nuevo primer
ministro a la Siria liberada de la dictadura de los Assad,
Muhammad Bashir.
Bashir era jefe del llamado gobierno de salvación de la
región noroeste de Idlib, desde donde comenzó la ofensiva
relámpago del 27 de noviembre que terminó con la toma de Damasco
durante el amanecer del domingo.
Para responder a las numerosas críticas de los sirios, ya
desorientados hacia un líder que dice querer seguir adelante
aunque se comporta con la misma mentalidad baazista del pasado
reciente, Sharaa anunció una amnistía para todos los soldados
del ejército regular que durante hasta hace 24 horas seguían
formalmente bajo las órdenes del depuesto presidente Bashar al
Assad
Una señal que da esperanza, según algunos observadores,
sobre la voluntad de las nuevas autoridades de no desmantelar
las instituciones civiles y militares del Estado sirio, como
ocurrió en el pasado con los sangrientos cambios de poder en los
vecinos Irak y Libia.
Mientras en Damasco, marcada por desfiles desordenados de
milicianos procedentes de los distintos distritos del
atormentado país, se produjo el traspaso de poder entre el ex
primer ministro sirio Muhammad Jalali y su sucesor yihadista
Muhammad Bashir, ante la mirada complacida del comandante
general Jolani, Israel intensificó su campaña de más de 100
bombardeos sobre el sur, oeste y noroeste de Siria, para
destruir los arsenales sirios en las regiones fronterizas con
Jordania, con el Golán ocupado por el Estado judío, con el
Líbano y en la costa mediterránea.
Sobre el terreno, por segundo día consecutivo, los tanques
israelíes se adentraron aún más en territorio sirio,
instalándose en las afueras orientales de la ciudad de Qunaytra,
capital simbólica de las Alturas ocupadas por Israel en 1967.
Egipto y Jordania, dos países clave en el eje
israelo-estadoundiense en Medio Oriente, protestaron formalmente
por las acciones israelíes que violan el derecho internacional.
"Es una ocupación de parte de Siria que intenta imponer una
nueva realidad sobre el terreno", dijo El Cairo.
Otras violaciones contra la soberanía siria fueron cometidas
por Turquía, que por su parte aceleró la acción de limpieza
étnica en el oeste de Siria contra las comunidades kurdas.
El enclave de Manbij, entre Aleppo y el Eufrates, está ahora
efectivamente en manos de fuerzas sirias cooptadas por Ankara.
La artillería y la fuerza aérea turcas mataron a 10 civiles,
incluidos dos menores, según el Observatorio Sirio de Derechos
Humanos.
Según medios internacionales, Estados Unidos, otra fuerza
militar de ocupación en el noreste y este de Siria, dio luz
verde a la acción de Turquía, miembro de la OTAN.
Las fuerzas kurdas, expresión del ala local del PKK, parecen
cada día más abandonadas a sí mismas. Y tuvieron que afrontar a
una revuelta popular de las poblaciones árabes de Jazira, a lo
largo del Eufrates, en particular en las ciudades clave de Raqqa
(ex capital del grupo yihadista Estado Islámico o ISIS) y en el
centro sureste de Dayr az Zor, cerca de las bases
estadounidenses erigidas para proteger los campos petroleros de
al Omar y los campos de gas natural del sitio de Conoco.
En los enfrentamientos en Dayr az Zor, hoy ciudad dividida
en dos, hay un número aún no especificado de víctimas entre los
rebeldes árabes y las milicias kurdas.
Un poco más al oeste, en la estepa de Badiya, no lejos del
oasis de Palmira, los bombarderos estadounidenses entraron en
acción durante la noche, atacando una serie de células del
Estado Islámico, que se habían movilizado en estos días de
reorganización de los equilibrios locales y regionales.
Por la tarde se celebró en Nueva York una reunión de
emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU, solicitada por
Moscú, donde el exdictador Bashar al Assad y su familia se
encuentran en un exilio "humanitario". (ANSA).