Por Filippo Cicciú
(ANSA) - ESTAMBUL, 09 DIC - Miles de refugiados sirios se
dirigieron en masa a los cruces fronterizos tan pronto como se
difundió la noticia de la caída del régimen de Bashar Al Assad.
Muchas de las personas que huyeron de Siria desde el
estallido del conflicto civil en 2011 quieren ahora regresar a
su país, conquistado por los opositores del expresidente.
Comenzaron a desplazarse el domingo desde Turquía y el
Líbano, los dos Estados que en los últimos años acogieron a la
gran mayoría de los aproximadamente 5,5 millones de sirios que
abandonaron el país devastado por la guerra.
En la frontera hubo escenas de alegría y entusiasmo durante
esta primera fase de un regreso a la patria que promete ser
masivo y apenas comienza.
Sonrisas, cánticos y aplausos mientras algunos ondeaban la
bandera siria de tres estrellas utilizada por los opositores al
expresidente sirio, diferente a la tricolor de dos estrellas del
exdictador depuesto.
Más de un millón de sirios se habían refugiado en el Líbano
durante los años de la guerra en Siria y alrededor de 300.000
retornaron al país en los últimos meses, antes de la caída de
Assad, huyendo de los ataques israelíes a los bastiones de
Hezbolá en territorio libanés.
La noticia de la caída del expresidente intensificó desde el
domingo el movimiento de personas hacia los pasos fronterizos,
como el de Masnaa, desde donde se puede llegar a Damasco en
menos de una hora en coche.
En Turquía, los refugiados se dirigieron principalmente
hacia las zonas fronterizas de Oncupinar y Cilvegozu, situadas a
unos 40 kilómetros de Aleppo, desde el norte y el oeste
respectivamente.
"Llegué a Turquía desde Siria en 2014. Nuestra vida había
terminado. Si Dios quiere, nuestro futuro será bueno. Siria se
está recuperando, pero no empezaremos de cero", dijo Hamid
Mahmud, uno de los refugiados que cruzó la frontera turca para
regresar a su país de origen.
No está claro cuántos lograron ingresar en Siria desde la
frontera turca, pero los medios locales aseguran que aquellos
con los documentos correctos pueden pasar, mientras las
autoridades de Beirut facilitan el éxodo masivo de refugiados
sirios, considerados durante mucho tiempo en el Líbano como una
carga insostenible para la sociedad y la frágil economía del
país.
Incluso en Turquía, donde los sirios llegaron a ser más de
3,5 millones, a lo largo de los años, los refugiados fueron
considerados por una gran parte de la población como un problema
por la situación económica, y a menudo también se han producido
ataques contra comunidades sirias en varios lugares del país,
entre ellos Ankara y Estambul.
A pesar de la oposición de gran parte de los turcos,
reflejada también en los eslóganes de muchos partidos políticos,
el presidente, Recep Tayyip Erdogan, siempre defendió su
decisión de acoger a refugiados sirios, a cambio de diez mil
millones de euros de la Unión Europea como ayuda para la gestión
de refugiados si cerraba las fronteras para evitar que siguieran
hacia los países europeos.
Según datos del ministerio del Interior, todavía hay
alrededor de 3 millones de sirios en Turquía y Ankara está
decidida a facilitar su retorno.
Además de los cruces cerca de Aleppo, Erdogan también
anunció la reapertura del cruce de Yayladagi Hudut, en la
provincia de Hatay, a unos 60 kilómetros de Latakia.
"Gestionaremos el proceso de retorno voluntario de los
inmigrantes de una manera acorde con nuestra historia, cultura y
13 años de acogida excepcional", afirmó el líder turco. (ANSA).