Por Claudio Accogli
(ANSA) - ROMA, 09 DIC - Estadounidenses, iraníes, rusos,
turcos, kurdos y ahora israelíes: en Siria, la presencia militar
extranjera se reparte en decenas de bases y puestos avanzados
establecidos a lo largo de los años en operaciones contra Isis,
los yihadistas y los rebeldes. He aquí un breve resumen de la
situación sobre el terreno.
La Turquía de Recep Tayyp Erdogan siempre ha estado a la
vanguardia del apoyo a las formaciones antigubernamentales desde
el inicio del levantamiento contra Bashar al Assad en 2011.
En 2016, las tropas turcas penetraron en el norte del
territorio sirio en una operación contra Isis y las milicias
kurdas afiliadas al PKK. Una presencia reforzada tras los
acuerdos del año siguiente con Rusia e Irán, con miles de
soldados desplegados en la región de Idlib.
Se calcula que hay al menos 12 bases militares turcas,
además de un centenar de puestos avanzados en el noroeste de
Siria, cerca de la frontera.
Rusia intervino militarmente en apoyo de Assad en 2015,
proporcionando al rais una potencia de fuego aérea sin
precedentes que evitó el colapso del régimen. Moscú posee la
base naval de Tartus, único puesto militar ruso en el
Mediterráneo, desde la Guerra Fría.
A principios de año, había 21 bases militares en el país,
situadas principalmente a lo largo de la costa noroeste y
alrededor de la capital, Damasco. En muchas ciudades bajo
control gubernamental, los soldados rusos también desempeñaban
funciones policiales.
Aunque desde el comienzo de la invasión de Ucrania en
febrero del 22 muchos batallones han sido transferidos al frente
de guerra europeo, el ejército ruso sigue siendo el contingente
militar extranjero más importante presente en Siria.
Estados Unidos está en el país desde 2014, cuando Isis
controlaba un tercio del territorio: los primeros contingentes
estadounidenses flanquearon a las fuerzas rebeldes,
principalmente en el noreste. Tras ganar la batalla al califa Al
Bagdadi, el presidente Donald Trump anunció en 2018 su intención
de una retirada completa que, sin embargo, nunca llegó a
materializarse del todo. A día de hoy hay unos 900 soldados
estadounidenses en Siria, 17 bases militares.
En las últimas horas, también se ha producido la entrada de
militares de Israel en territorio sirio, con la anexión de la
ladera oriental del monte Hermón y los tanques del Estado judío
desplegados en la región de Qunaytra.
Por su parte, las milicias vinculadas a Irpan se han visto
obligadas a retirarse. El régimen de los ayatolás saltó
inmediatamente al campo de batalla junto a Assad y desplegó
unidades de los Pasdarán, la Guardia Revolucionaria, en el país
en 2012. Hasta hace unos meses, Teherán podía contar con 52
bases militares, con una presencia articulada en dos vías: por
un lado, las milicias multinacionales -iraquíes, afganas,
paquistaníes- bajo las órdenes directas de los iraníes, por otro
los puestos en manos de Hezbolá y afiliados sirios.
Las milicias HTS, Hayat Tahrir al Sham) que han conquistado
Damasco son una agrupación de formaciones yihadistas con base en
la región noroccidental de Idlib, donde Turquía ha extendido su
influencia política y militar directa. En sus filas, Hts cuenta
con antiguos rebeldes antigubernamentales sirios, desertores de
Al Qaeda e Isis, así como numerosos mercenarios, cooptados por
Turquía, procedentes del Cáucaso y Asia Central hasta los
uigures del Xinjang chino.
A su lado está la coalición del Ejército Nacional Sirio
(Jaysh al watani), creación directa de los servicios de
seguridad de Ankara, formada por rebeldes antigubernamentales. Y
también los kurdos del Pkk, acérrimos enemigos de Ankara.
(ANSA).