(ANSA) - WASHINGTON, 09 DIC - La atención vuelve a centrarse
en la exdiputada demócrata Tulsi Gabbard, hoy en el Congreso
para intentar salvar su designación como jefa de la Inteligencia
Nacional.
El colapso del régimen sirio y la huida de Bashar al Assad a
Moscú, escribe Politico, han reabierto preguntas sobre sus
pasadas simpatías por el brutal dictador, a quien conoció en una
visita secreta en 2017, cuestionando las conclusiones de la
inteligencia estadounidense de que había utilizado gas contra
civiles.
También está bajo escrutinio su eco de algunas de las tesis
propagandísticas del Kremlin contra Ucrania.
En el Capitolio, Gabbard intenta asegurar su nominación a
partir de una reunión con tres senadores republicanos, entre
ellos Lindsey Graham, estrecho aliado de Donald Trump. (ANSA).