(ANSA) - ROMA, 10 DIC - Arabia Saudita presentó un documental
para relanzar su imagen a la espera de que la FIFA anuncie
oficialmente este miércoles la asignación de la organización del
Mundial 2034, para el cual se mantiene como el único candidato.
La producción, que contará con seis episodios y podrá ser vista
en la plataforma Netflix, se llama "Saudi Pro League: Kickoff",
fue presentada en la vigilia del congreso extraordinario de la
FIFA que se realizará de manera virtual.
El documental muestra estadios colmados y figuras como el astro
portugués Cristiano Ronaldo, el delantero brasileño Neymar y el
goleador francés Karim Benzema para superar las críticas y el
escepticismo que rodean la candidatura di Riad.
El Mundial 2030 representa una etapa crucial en la estrategia
saudita para reforzar la influencia de Arabia Saudita en ámbitos
no sólo deportivos.
Muchas ONG acusan a los sauditas de usar el deporte para
operaciones de "reputation laundering", o sea, para "limpiar" su
reputación, pero la Saudi Pro League aclaró que el documental
fue ideada por Netflix, que mantuvo el control editorial total.
Se espera que el congreso de mañana también oficialice la
asignación a España, Marruecos y Portugal la realización del
Mundial 2030, que también disputará partidos en Uruguay,
Paraguay y Argentina.
La doble asignación de la FIFA definirá las ediciones del
Mundial que se jugarán después de la Copa del Mundo 2026 que se
disputará en Estados Unidos, México y Canadá,
La edición de 2030 es conocida como la "Copa del Mundo del
Centenario", pues se celebrará un siglo después del primer
Mundial, disputado en Uruguay, mientras que la candidatura
europea también incluyó originalmente a Ucrania, luego apartado
por "razones logísticas".
Luego del inicio del torneo en Sudamérica, donde se realizará
una celebración del centenario el 8 y 9 de junio de 2030, las
seis selecciones involucradas en esos partidos viajarán a Europa
para los demás 101 compromisos del Mundial, que iniciarán cuatro
días después y concluirán con la final del 21 de julio.
El Mundial 2030 se jugará en 11 sedes, mientras que se
presentaron 20 estadios en condiciones de albergar los partidos
(Portugal planea ampliar lo del Benfica, Porto y Sporting de
Lisboa).
Marruecos confía en convertirse en el segundo país en organizar
un Mundial luego de la edición disputada en 2010 en Sudáfrica.
España y Marruecos se disputan la sede de la final: el Santiago
Bernabéu y el Camp Nou de Barcelona es la propuesta del primer
país, mientras que el segundo apuesta por el Hassan II, que será
construido entre Casablanca y Rabat y será el "estadio más
grande del mundo", pues ofrecerá un aforo de 115 mil personas.
En cuanto al Mundial 2034, a partir del principio de rotación
continental, la FIFA había limitado la licitación a las
confederaciones asiáticas y oceánicas, que tuvo lugar durante un
sólo mes, en otoño de 2023.
Arabia Saudita, que a nivel organizativo se convirtió en la
superpotencia del deporte mundial (recientemente, tras albergar
la Fórmula 1 en 2021, sumó el tenis, el golf y también obtuvo,
del Comité Olímpico Internacional, la primera edición de las
Olimpíadas de los E-Sport), quedó como único candidato después
de que Australia e Indonesia retiraran sus candidaturas y las
ambiciones futbolísticas de China quedaran archivadas.
El reino del Golfo, que emprendió una estrategia de
diversificación para prepararse para la era post-petróleo,
dispone actualmente sólo de 2 de los 14 estadios con una
capacidad de al menos 40 mil espectadores necesarios para
albergar a las 48 selecciones clasificadas.
Además del desafío logístico, el verano abrasador amenaza con
obligar a trasladar la competición al invierno o a finales de
otoño, como ocurrió con el Mundial de Qatar 2022, pero esto
deberá equilibrarse con el inicio del Ramadán.
En tanto, Arabia Saudita organizará del 2 al 6 de enero de 2025
una nueva edición de la Supercopa de Italia, mientras Amnesty
International y la Alianza para el deporte pidieron a la FIFA
que detenga "el proceso de candidatura" del reino del Golfo.
Las preocupaciones incluyen la explotación de los trabajadores
inmigrantes, que serán movilizados para mejorar la
infraestructura, el desplazamiento de residentes y la
discriminación que corre riesgo de afectar a algunas categorías
de aficionados. (ANSA).