Por Marcos Romero
(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 10 DIC - La jerarquía católica
mexicana lanzó un llamado urgente a los grupos criminales que
actúan en el país a adoptar en esta temporada de fin de año "una
tregua de paz" ante la violencia que agita al país desde hace 18
años y que roza el umbral de los 500 mil muertos y más de 110
mil desaparecidos.
La Arquidiócesis Primada de México, la más importante del
país, que se sumó a llamados previos a la pacificación de parte
de otras jurisdicciones eclesiásticas en estados conflictivos
del país como Guerrero (sur) y Sinaloa (noroeste), propuso un
cese de las acciones delincuenciales que sea "sólido y
duradera" y trascienda "un acuerdo decembrino".
A través del semanario "Desde la Fe", órgano oficial de la
diócesis que abarca la capital y sus alrededores, pidieron a las
organizaciones criminales que al menos bajen la guardia el 12,
24 y 25 de diciembre, cuando se celebran el Día de la Virgen de
Guadalupe, la Patrona de México y la Nochebuena y Navidad,
respectivamente.
"Que el mensaje de la Guadalupana motive para que el
próximo 12 de diciembre sea la fecha en que se silencien las
armas", señaló la publicación al referirse a la fiesta religiosa
más importante del país, que moviliza a millones de personas
hacia la Basílica de Guadalupe, al norte de la capital, el
santuario más significativo de este credo en el país.
Además, indicó que "si demostramos que podemos hacer esta
tregua efectiva durante un día, por qué no soñar en una paz
sólida y duradera".
El mensaje pacificador también fue dirigido por las
autoridades eclesiásticas a los políticos para que dejen de lado
"las hostilidades en este período" y que "sea el comienzo de un
período en el que prevalezca el respeto, el diálogo, en el que
también los grupos políticos abandonen la comunicación hostil y
polarizante".
La Arquidiócesis Primada de México (APM) de la iglesia
católica hizo un llamado apremiante a las autoridades del país
para trabajar en conjunto para alcanzar la paz, poniendo su
mirada particular en Chiapas.
La jerarquía católica estuvo muy activa en sus constantes
llamados y acciones a favor de la paz y el pasado 3 de noviembre
lanzó un "ya basta de tanta violencia" tras el asesinato del
sacerdote indígena Marcelo Pérez, un activista a favor de los
derechos humanos, en San Cristóbal de las Casas, estado sureño
de Chiapas, el pasado 20 de octubre.
Ante ello, la Arquidiócesis de México pidió "una vez más a
las autoridades que atiendan este llamado urgente a trabajar por
la paz en conjunto, en una estrategia que involucre a toda la
sociedad, que permita el diálogo y la escucha".
Entre otras actividades, los obispos de esta diócesis han
realizado peregrinaciones, toques de campana, jornadas de
oración, horas santas, momentos de reflexión y foros de paz para
abogar por el fin del derramamiento de sangre iniciado en
diciembre de 2006, cuando el gobierno lanzó su "guerra contra
los cárteles" con apoyo del Ejército y la Marina.
"Queremos una paz que emerja desde lo profundo, sólida,
duradera, que surja de una estrategia que haga frente a los
principales problemas sociales que hoy vivimos, que reconstruya
a un tejido social roto, y que recupere el valor de la dignidad
humana", sostuvo la Iglesia, que ha ofrecido mediar entre los
grupos armados y el gobierno.
El papel de la jerarquía eclesiástica a favor de la
distensión ha sido especialmente notorio en Guerrero, Sinaloa y
el céntrico de Guanajuato, que figuran en los primeros lugares
del Top Ten de la violencia en el país. (ANSA).