(ANSA) - ROMA 10 DIC - En menos de cinco minutos fue resuelto
un cálculo que a una de las supercomputadoras más rápidas de la
actualidad le hubiese demandado 10 septillones de años, un
número asombroso (igual a 10 seguido de 24 ceros) que supera con
creces la edad del universo.
El resultado, publicado en la revista Nature, se obtuvo
gracias a Willow, el nuevo chip cuántico de Google Quantum AI,
que promete allanar el camino para construir computadoras
cuánticas útiles a gran escala, ya que es el primer sistema
capaz de reducir los errores en modo exponencial a medida que
aumentan las unidades informáticas (qubits) utilizadas.
Los errores son uno de los mayores desafíos en la
computación cuántica, porque los qubits tienden a intercambiar
información rápidamente con su entorno, lo que dificulta
proteger los datos necesarios para completar un cálculo.
Normalmente, cuantos más qubits se utilizan, más errores se
producen y el sistema se vuelve clásico.
El estudio publicado en Nature muestra, en cambio, que
cuantos más qubits se utilizan en Willow, más errores se reducen
y más cuántico se vuelve el sistema.
Este logro histórico se conoce en la industria como
"subumbral": es necesario demostrar que se está por debajo del
umbral para mostrar un progreso real en la corrección de errores
y este ha sido un desafío continuo desde que Peter Shor
introdujo la corrección de errores cuánticos en 1995.
Dado que Willow es "el primer sistema subumbral", explica
Julian Kelly, director de hardware cuántico de Google Quantum
AI, "este es el prototipo más convincente de un qubit lógico
escalable construido hasta la fecha".
"Es una fuerte señal de que es posible construir
computadoras cuánticas grandes y útiles. Willow nos acerca a la
ejecución de algoritmos prácticos y comercialmente relevantes
que no se pueden replicar en computadoras convencionales",
concluye. (ANSA).