Por Amalia Angotti
(ANSA) - TURIN 11 DIC - Las matriculaciones de automóviles en
Italia en 2024 rondarán el millón 780 mil, 350 mil unidades
menos que en 2019, antes de la pandemia de Covid-19. En las
fábricas de Stellantis, la producción se ha desplomado. Es un
panorama dramático descrito por el presidente de ANFIA (la
cámara del sector), Roberto Vavassori, quien, en la reunión
anual de la asociación, también da la alarma sobre el empleo.
"Necesitamos medidas que den apoyo concreto e inmediato a
nuestras empresas. Necesitamos urgentemente proporcionar
amortiguadores extraordinarios para los próximos tres años
porque hay muchas empresas que corren el riesgo de no tener
alternativas a los despidos", afirma Vavassori subrayando el
fuerte crecimiento de China en el mercado.
Hace un par de años, el país se convirtió en el primer
exportador mundial de automóviles, con más de 5 millones de
vehículos. Una situación difícil de la que el gobierno parece
consciente. En la mesa de Stellantis del 17 de diciembre,
convocada y presidida por el ministro de Empresa y Made in
Italy, Adolfo Urso, también estarán los ministros de Economía,
Giancarlo Giorgetti, y de Trabajo, Marina Calderone.
"Pedí su presencia - explica Urso - para que el gobierno
como tal pueda dar certeza sobre los compromisos que tendremos
en el frente industrial, en el frente de las herramientas de
apoyo al trabajo y en el frente económico. Creo que en este
sentido, en este contexto podremos decir que el año que viene
habrá recursos para el sector del automóvil al menos iguales o
incluso superiores a los previstos originalmente en el Fondo del
Automóvil".
"Esperamos que un plan de Stellantis proporcione recursos
importantes para Italia, con el objetivo de alcanzar una
capacidad de producción de al menos un millón de vehículos en
nuestro país de aquí a 2030. Esperamos que la reunión del martes
marque un punto de inflexión en la relación de Stellantis con
Italia y en la política industrial en el sector del automóvil",
graficó el ministro.
Urso también espera que el presidente del grupo, John
Elkann, acuda lo antes posible al Parlamento, "para ilustrar el
plan presentado al Gobierno y a los demás actores que forman
parte de la mesa".
Aún con vistas a la reunión del 17 de diciembre,
Jean-Philippe Learnato, que encabezará la delegación de
Stellantis, se reunirá mañana en Turín con los sindicatos
metalúrgicos, a quienes podría dar más indicaciones sobre el
plan que está desarrollando para las fábricas italianas "en las
escuelas de concreción".
"La empresa debe elaborar un plan industrial en el que
Italia se convierta en el centro de la situación. También es
necesario que el gobierno empiece a pensar que el dinero que
damos a la empresa debe ser condicional", afirma el secretario
general del gremio UIL, Pierpaolo Bombers.
Las normas europeas y el riesgo de fuertes multas que se
esperan para los fabricantes de automóviles también están en el
centro de la preocupación. "Necesitamos cambiar inmediatamente
las locas reglas del acuerdo verde, que, entre otras cosas,
exigen efectivamente el cierre de fábricas y el despido de
decenas de miles de trabajadores", subraya el ministro Urso, que
verá al nuevo vicepresidente de la Comisión Europea, Stéphane
Séjourné.
Una posición de la asociación de fabricantes de
automóviles europeos (ACEA) en la que también converge el
Partido Popular Europeo, la familia política de Ursula von der
Leyen, que con el "plan para salvar la industria del automóvil"
recoge efectivamente muchas de las peticiones formuladas en los
últimos meses en Bruselas por Italia.
En primer lugar, adelantar la revisión a principios del
próximo año e incluir en la transición los biocombustibles, no
solo los e-combustibles solicitados por Alemania. El presidente
de Confindustria, Emanuele Orsini, también pide a Europa que
anule inmediatamente las sanciones al sector del automóvil.
(ANSA).