Por Marcos Romero
(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 11 DIC - Las feroces bandas
criminales en México están adoptando modelos de organización de
tipo militar, especialmente para contar con grupos de élite,
incorporando cada vez más ex soldados y ex guerrilleros
colombianos para enfrentar a las fuerzas de seguridad
encabezadas en su mayoría por el Ejército y la Marina.
Para los conocedores y estudiosos del tema, la estrategia
de expansión de varios cárteles en México, "requiere personal
entrenado en el manejo de armas para incorporarlo a sus grupos
de choque".
Muchos de los reclutados, suelen recibir altos salarios o
ser enganchados con engaños, según los especialistas, por
organismos criminales por el Cártel Jalisco Nueva Generación
(CJNG), el Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL) y el Cártel de
Sinaloa.
El estadounidense John Sullivan, dijo al diario Los
Angeles Times, que, tras el acuerdo de paz de 2016 entre el
gobierno y la principal organización guerrillera colombiana,
muchos rebeldes quedaran "desempleados" y aprovecharon los
vínculos que ya tenían con narcotraficantes para enrolarse con
los cárteles mexicanos.
"La militarización de la policía en México, con la
incorporación del Ejército y de la Guardia Nacional en el
combate al crimen organizado, trajo consigo la militarización de
los cárteles", indicó el especialista en seguridad David
Saucedo. "Es decir, los cárteles de la droga iniciaron un
proceso análogo de militarización y profesionalización de sus
cuerpos armados", dijo el consultor al diario capitalino El
Universal.
El experto indicó que "desde hace tiempo los cárteles de
la droga en México reclutan a militares, ex militares y
desertores de las fuerzas armadas de varios países,
principalmente de Centro y Sudamérica", lo mismo soldados de
élite que tropas regulares, así como miembros de grupos
irregulares como la ex guerrilla colombiana.
Desde hace unos 25 años, el famoso jefe criminal Osiel
Cárdenas tuvo la idea de crear una organización llamada "Los
Zetas" que estaría formada por exmiembros de grupos de élite del
Ejército de México y los llamados "kaibiles", otra organización
del mismo tipo de las Fuerzas Armadas de Guatemala.
Esta temible banda catalogada como
"terrorista-paramilitar" primero fungió como brazo armado del
Cártel del Golfo dirigido por Cárdenas y después funcionó de
manera independiente para realizar actividades diversas que iban
desde el narcotráfico, la piratería, el homicidio, el robo de
bancos, hasta el lavado de dinero y los delitos cibernéticos.
A este grupo se le atribuyen algunas de las peores
matanzas registradas en el país, como la de San Fernando, en el
estado norteño de Tamaulipas, del 22 y 23 de agosto del 2011,
donde murieron 72 migrantes (58 hombres y 14 mujeres) mexicanos,
guatemaltecos, brasileños, ecuatorianos, hondureños,
salvadoreños y guatemaltecos, entre otros.
La huella de exguerrilleros y exmilitares colombianos en
México se refleja en la existencia cada vez más mayor de minas
explosivas en algunas zonas como el estado de Michoacán y
Guerrero (sur), el uso de drones que arrojan artefactos
explosivos y de autos-bomba en diversas zonas del país.
Hace poco se publicó en México el caso de seis ex
integrantes del Ejército Nacional de Colombia, integrados a las
filas del CJNG a través de ofertas falsas de trabajo, difundidas
por medio de redes sociales que lograron escapar de los
campamentos del grupo criminal y "actualmente se refugian en un
centro religioso". (ANSA).