Por Nina Fabrizio
(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO 11 DIC - El pesebre palestino,
resultado del trabajo de artesanos locales y donado al Papa
Francisco por la ciudad de Belén, se convierte en un caso a
investigar.
Esta mañana, durante la audiencia general, el niño y la cuna
cubierta con un paño que evocaba la keffiyeh -pañuelo
tradicional de la región árabe símbolo palestino- habían
desaparecido del pesebre situado en la sala Pablo VI, símbolos
que en los últimos días habían suscitado polémica, especialmente
en el mundo judío.
Era señalada precisamente a la keffiyeh, símbolo "político"
y no "religioso", y la propia "palestinización de Jesús", que,
según algunos exponentes del mundo judío, no se ajustaría a la
auténtica tradición religiosa cristiana.
La "remoción" no pasó desapercibida, sobre todo porque la
foto del Papa que se detuvo brevemente ante el pesebre
visiblemente despojado de su elemento central, fue publicada
esta mañana por los propios medios vaticanos y también en el
perfil de Instagram de Francisco.
A las pocas horas, la oficina de prensa vaticana justificó
la circunstancia explicando que el Niño "será colocado en el
pesebre la noche del 24 al 25 de diciembre, según la tradición".
Además, respecto a la keffiyeh, informó que "parece que el
elemento fue añadido a último momento por el artista".
El pesebre apareció en la sala Pablo VI el pasado sábado,
cuando el Papa Francisco acudió allí para saludar colectivamente
a las delegaciones que donaron pesebres este año, incluida la
palestina compuesta por el ministro Ramzi Khoury e Issa
Kassisieh, embajador palestino ante la Santa Sede.
También estuvo presente el padre Ibrahim Faltas, vicario de
la Custodia de Tierra Santa, que posteriormente celebró una misa
de acción de gracias en las grutas de los Papas.
El Papa había hablado allí de "Palestina torturada"
afirmando que los pesebres "son diferentes entre sí, pero todos
llevan el mismo mensaje de paz y de amor que Jesús nos dejó".
Finalmente, después de pedir una vez más el fin de las
guerras y la violencia, se detuvo unos instantes en silenciosa
contemplación frente al pesebre.
Sin embargo, el inicio de esta oración, una vez que comenzó
a circular, desencadenó una serie de controversias.
"Conmoción e inquietud" por la elección del Papa Francisco
"de rendir homenaje en el Vaticano a un pesebre de Belén en el
que el Niño Jesús descansa envuelto en un manto que evoca la
keffiyeh palestina", expresó Moked, el portal del judaísmo
italiano.
"La 'palestinización' del Jesús judío - había sostenido por
tanto el rabino jefe de Génova, Giuseppe Momigliano, consejero
de culto de la Unión de la Comunidad Judía Italiana (UCEI)- no
es algo nuevo en el ámbito eclesiástico. El último episodio, sin
embargo, adquiere un carácter 'particularmente inquietante
porque el protagonista es el Papa y porque encaja en un momento
en el que estamos viviendo dificultades en muchos frentes en las
relaciones".
Por último, los miembros del Comité Judío Americano, en una
publicación en X, también replicada por la embajada de Israel
ante la Santa Sede, dijeron estar "decepcionados y perturbados
por el hecho de que una importante tradición religiosa haya sido
politizada de esta manera".
Por lo tanto, el Vaticano lo pospone hasta el 24 de
diciembre, cuando en realidad el Papa participará en la misa de
Navidad y en la apertura de la Puerta Santa en la basílica.
Mientras tanto, en la exposición Cien pesebres en el
Vaticano, en la columnata de la Plaza de San Pedro, todos los
pesebres presentan al bebé ya colocado en su lugar. (ANSA).