(ANSA) - BRASILIA, 11 DIC - Pese a permanecer en terapia
intensiva luego de la operación de urgencia a la que fue
sometido en la madrugada del martes por un hematoma cerebral, el
presidente brasileño Lula da Silva no traspasó el poder a su
vice, Geraldo Alckmin, lo que ha generado polémica en Brasilia.
Lula pasó su segunda noche en la Unidad de Cuidados
Intensivos del Hospital Sirio-Libanés de San Pablo tras la
intervención que se realizó por la hemorragia intracraneal que
sufrió por un accidente doméstico en octubre.
El presidente deberá permanecer en observación en terapia
intensiva hasta mañana, como parte del protocolo para este tipo
de procedimiento médico, explicó su médico personal, Roberto
Kalil Filho.
En Brasilia, mientras tanto, suscita polémica su decisión de
no traspasar temporalmente la presidencia a su adjunto, Geraldo
Alckmin, que ayer le sustituyó durante la visita oficial del
primer ministro eslovaco, Robert Fico.
La Constitución prevé situaciones en las que el rol debe
transferirse al vicepresidente, pero no es específica en casos
de salud.
En ese contexto, el ministro de la Secretaría de
Comunicación Social (Secom), Paulo Pimenta, afirmó que "las
agendas de Lula se mantienen y serán llevadas adelante por el
vicepresidente Alckmin". (ANSA).