(ANSA) - ZURICH, 11 DIC - (Ampliada)
Arabia Saudita será la sede del Mundial de fútbol de 2034, según
se anunció hoy durante el Congreso virtual celebrado por la
FIFA, que confirmó también que la Copa del Mundo del Centenario
en 2030 se jugará como estaba previsto en España, Portugal y
Marruecos y los primeros tres duelos de la misma se celebrarán
en Uruguay, Argentina y Paraguay.
En lo que hace a la de 2034, Arabia Saudita era la única
candidata a organizarla y su designación refrenda un
protagonismo en el deporte que fue incrementándose en los
últimos años, a pesar de las críticas hacia las políticas de su
gobierno relacionadas con los derechos humanos y el medio
ambiente.
Más allá de ello, las 211 federaciones afiliadas a la entidad
matriz del fútbol mundial ratificaron por aclamación tanto la
asignación de la sede de la Copa del Mundo del Centenario como
la del Mundial 2034, que estaba limitada a Asia y a Oceanía por
la aplicación del criterio de rotación continental.
La nota la dio la federación de Noruega, que en su momento había
sido muy crítica con la asignación del Mundial 2022 a Qatar y
que hoy expresó su rechazo a aprobar un proceso "imperfecto e
incompatible" con los principios de "responsabilidad,
transparencia y objetividad" reivindicados por la FIFA, según se
informa en un comunicado de prensa.
En lo que refiere al Mundial de 2030, unirá a seis países, algo
totalmente inusual que alude a la primera edición celebrada en
1930 en Uruguay, que consagró al combinado "Celeste" tras vencer
en la final a Argentina y que animaron apenas 13 selecciones, la
cuarta parte de las 48 que disputarán la próxima, que será la
primera con esa cantidad, en Estados Unidos, Canadá y México en
2026.
Por ese motivo, la edición del Centenario contará con tres
partidos en suelo sudamericano entre el 8 y el 9 de junio de
2030 y los seis seleccionados que los jugarán y sus aficionados
deberán atravesar luego el Océano Atlántico para los restantes
101 duelos previstos del 13 de junio al 21 de julio.
La mayoría de ellos se jugarán en territorio español, mientras
que Portugal ya inició las obras de remodelación de los estadios
de Benfica, Sporting de Lisboa y Porto para los partidos que le
toque albergar, mientras que en lo referente a Marruecos será el
segundo país africano en organizar una Copa del Mundo después de
la que se celebró en Sudáfrica 2010.
Marruecos y España se disputan la posibilidad de contar con la
gran final, para la cual proponen al ya remodelado Santiago
Bernabéu de Madrid y al Camp Nou de Barcelona, en vías de
remodelación, que competirán con el futuro estadio Rey Hassan
II, ubicado entre Casablanca y Rabat y que se anuncia como "el
más grande del mundo", con capacidad para 115 mil aficionados.
Volviendo a Arabia Saudita, su elección está en línea con la
política de la FIFA de ampliar sus horizontes y llevar al fútbol
a todos los rincones del planeta, aunque mucho tuvo que ver el
poder de una economía que la convirtió en la nueva "meca" del
deporte, con una Liga que convocó a grandes figuras del fútbol y
atrajo a las del golf, del tenis, del boxeo y también a la
Fórmula 1, que desembarcó en 2021.
La suya terminó siendo la única candidatura para el Mundial 2034
porque Australia e Indonesia decidieron declinar las suyas y las
ambiciones futbolísticas de China por devenir en una de las
nuevas potencias de este deporte quedaron por el momento
archivadas.
Arabia Saudita, que emprendió una estrategia de diversificación
para prepararse para la era post-petrolera, cuenta hoy con sólo
dos de sus 14 estadios con capacidad para al menos 40 mil almas
y deberá tener en cuenta también el factor climático, como
sucedió en Qatar 2022, primer Mundial que se disputó entre
noviembre y diciembre, meses en los que, en 2034, se celebrará
el Ramadán.
Otro argumento con el que tendrá que lidiar la FIFA tras la
designación del reino del Golfo son las críticas y temores
expresados en una declaración conjunta por 21 organismos,
incluidos Amnistía Internacional, Human Rights Watch, la
Confederación Sindical Internacional y la "Sport and Rights
Alliance y Football Supporters Europe (FSE).
Según estos, la designación de Arabia Saudita como sede
mundialista "pone en riesgo vidas humanas y revela el
insuficiente compromiso de la FIFA en materia de derechos
humanos" y deja en claro que "sin una acción urgente y reformas
completas, el Mundial de 2034 quedará manchado por la represión,
la discriminación y la explotación a gran escala".
En el informe de su evaluación de la candidatura, la FIFA
destacó que los compromisos de Arabia Saudita en materia de
derechos humanos demandarán de "un esfuerzo significativo en
términos de tiempos y energía" desde hoy y hasta 2034, pero
considera que existe "una probabilidad no despreciable de que la
Copa del Mundo sirva como catalizador de las reformas actuales y
futuras". (ANSA).