Por Luca Mirone
(ANSA) - ROMA, 13 DIC - El primer viernes de oración en la
nueva Siria será recordado como un día de celebración. Miles de
personas se reunieron en las calles, desde Damasco hasta Alepo,
desde Homs hasta Hama, ondeando las banderas de tres estrellas
de los rebeldes, para celebrar "la liberación del cautiverio" al
que los sometió Bashar al-Assad.
Una gran multitud también se reunió frente a la Mezquita
de los Omeyas, centro de culto en la capital, tras el
llamamiento de los nuevos dirigentes del país a salir a la calle
para pedir la "victoria".
Mientras tanto, a la espera de los próximos
acontecimientos en el frente político, la diplomacia
internacional está avanzando. Por un lado, los líderes
occidentales del G7, reunidos por la premier italiana Giorgia
Meloni, que pidieron una "transición pacífica y ordenada". Del
otro, Rusia, que negocia el mantenimiento de sus dos bases, una
guarnición estratégica en el Mediterráneo.
"Unido, unido, unido, el pueblo sirio está unido",
coreaban los fieles en el patio de la mezquita de Damasco el
primer viernes sin Assad. Con muchos jóvenes haciendo la "V" de
la victoria ante las cámaras de canales de televisión árabes y
occidentales. Escenas inéditas, que recordaron las primeras
manifestaciones prodemocracia de 2011, a las que el régimen
reaccionó con una dura represión, desencadenando una sangrienta
guerra civil.
Unas horas antes de las celebraciones, el líder del
principal grupo rebelde, Abu Muhammad al-Jolani (que ahora
utiliza su nombre real, Ahmad Sharaa) había "felicitado al
pueblo sirio por la victoria de la revolución". Luego llamó a
todos los sirios a participar en la "reconstrucción del país".
Después de la alegría en las calles, llegará el momento de
que los nuevos dirigentes de Damasco tomen decisiones, y la
atención de la comunidad internacional se centra precisamente en
esto. El G7, que se reunió por videoconferencia bajo presidencia
italiana antes del traspaso de poder con Canadá, reiteró la
necesidad de un "proceso político inclusivo" que respete los
derechos.
La Unión europea está particularmente preocupada por la
situación de las minorías, incluidos los cristianos, aunque en
este momento sigue orientada hacia el diálogo con Damasco.
Fuentes diplomáticas han hecho saber que el objetivo es ponerse
en contacto "pronto" con las nuevas autoridades. Aunque se trata
de contactos "operativos y no políticos", porque el grupo
islámico de Jolani, HTS, se enfrenta a la incógnita de seguir
siendo considerado una organización terrorista por los países
occidentales. Mientras tanto, la Comisión Europea mantiene
abierto el canal humanitario y lanza otro puente aéreo.
En cuanto a Estados Unidos, una de las prioridades es
evitar el resurgimiento de fuerzas desestabilizadoras en toda la
región. "Es imperativo continuar la lucha contra ISIS (el Estado
Islámico)", fue la petición del secretario de Estado, Antony
Blinken, a Turquía durante un encuentro cara a cara con Recep
Tayyp Erdogan durante una gira que también incluyó Jordania e
Irak. El presidente turco, sin embargo, anunció "medidas
preventivas contra todas las organizaciones terroristas que
operan en Siria y representan una amenaza para Turquía: no solo
el ISIS, sino también aquellos kurdos que los estadounidenses
protegen.
Del lado de los perdedores, Rusia no se queda de brazos
cruzados. El viceministro de Asuntos Exteriores, Mijail
Bogdanov, anunció que se han establecido contactos con HTS, los
que "avanzan en una dirección constructiva". El expediente
principal se refiere a las bases de Tartus (naval) y Latakia
(aérea). Hasta el momento, según fuentes informadas reproducidas
por los medios rusos, Damasco ha proporcionado "garantías de
seguridad temporales y las bases siguen funcionando", pero el
objetivo del Kremlin es que permanezcan activas de forma
permanente.
Israel también es un espectador interesado de los
acontecimientos en Siria, habiendo aprovechado el avance rebelde
sobre Damasco para ganar más posiciones en los disputados Altos
del Golán. El ministro de Defensa, Israel Katz, ordenó al
ejército "prepararse para permanecer" en la zona de
amortiguación durante todo el invierno. (ANSA).