Por Ludovico Mori
(ANSA) - ROMA, 13 DIC - Después de la primera reunión en
Roma, seguida de las del G7 en Puglia, luego la del G20 en Río
de Janeiro, más la visita oficial a Buenos Aires, el gran
entendimiento político y personal entre la primera ministra
italiana, Giorgia Meloni, y el presidente argentino, Javier
Milei, quedó enriquecido de un nuevo capítulo durante una
conversación de más de una hora celebrada este viernes en el
Palazzo Chigi.
Inmediatamente antes, Milei había recibido en la sede del
periódico Il Tempo el premio que lleva el nombre de Milton
Friedman por sus ideas económicas.
El líder ultraliberal, que se encontraba en Roma para
participar en el encuentro juvenil de los Hermanos de Italia
(FdI, el partido de Meloni) por invitación de la premier,
recibió la noticia de la conclusión positiva de su procedimiento
de ciudadanía iniciado por el gobierno en las últimas semanas
con un exclusivo procedimiento de seguimiento.
La ciudadanía también fue otorgada a la hermana menor de
Milei, Karina - secretaria general de la Presidencia argentina-,
que en realidad representa a la principal asesora política de su
hermano.
El trato infligido al presidente ultraliberal, amigo de la
primera ministra, no fue bien digerido entre la oposición. "El
gobierno italiano concedió la ciudadanía italiana a Javier Milei
con una rapidez que no es reconocida por muchos que están en el
extranjero y que tienen padres o abuelos italianos. Por qué este
procedimiento acelerado para Milei, cuando otros que solicitan
la ciudadanía por jus sanguinis tienen que esperar años?",
preguntó el diputado de AVS (Verdes y Socialistas) y coportavoz
nacional de Europa Verde, Angelo Bonelli.
Además de la polémica con el gobierno, el secretario del
partido +Europa, Riccardo Magi, también abordó la cuestión de
los hijos de extranjeros nacidos en Italia, a quienes se les
niega el derecho a la ciudadanía por el principio de ius soli.
"Hoy hubo una gran celebración en el Palazzo Chigi con el
presidente argentino Milei recibiendo la ciudadanía italiana
gracias a sus abuelos que dejaron Italia para ir a Argentina
hace 100 años. Para Meloni todo está bien, pero para los cientos
de miles y millones de italianos sin ciudadanía que nacieron en
Italia, que crecieron en nuestro país, que estudiaron aquí, que
trabajan aquí, que pagan impuestos en nuestro país, a diferencia
del Presidente Milei tener la ciudadanía italiana, a pesar de
ser verdaderamente italianos y no como Milei, seguirá siendo una
dura prueba", afirmó Magi.
Polémicas que quizás antes fueron tomadas en cuenta por el
gobierno y que pasan a un segundo plano ante la necesidad de
fortalecer las relaciones bilaterales con un país que hoy es
considerado un potencial proveedor de materias primas
estratégicas como el gas y el litio.
"Argentina es el punto de referencia de Italia en América
Latina", afirmó Meloni en noviembre en Buenos Aires, anunciando
el lanzamiento de "un plan de acción conjunto Italia-Argentina
2025-2030 sobre política, economía y lucha contra el crimen
organizado". Por no hablar del proyecto de crear una alianza
soberana para defender Occidente con los Estados Unidos de
Donald Trump y el Israel de Benjamin Netanyahu.
Antes de recibir la ciudadanía de manos de Meloni, ante un
público ultraliberal que lo honró con un premio que lleva el
nombre de Milton Friedman, el anarcocapitalista Milei recordó
cuál es su principal misión en política: "Desprecio al Estado,
estoy en esto para destruirlo, para reducirlo al mínimo".
(ANSA).