Por Laura Valentini
(ANSA) - ROMA 13 DIC - Más de 200 fotografías dispersas en un
espacio envolvente cuentan la historia y la trayectoria de
Franco Fontana, que se convirtió en uno de los fotógrafos
italianos más conocidos internacionalmente con sus líneas y
paisajes geométricos, la mayoría en color.
Este es el recorrido que propone la exposición titulada
"Franco Fontana.
Retrospectiva" que se abre al público hoy en el Museo Ara Pacis
de Roma, donde permanecerá hasta el 31 de agosto de 2025.
"Fontana fue el precursor de la fotografía en color en una
época en la que los fotógrafos utilizaban casi exclusivamente el
blanco y negro", subraya la directora de los Museos Cívicos de
la Superintendencia romana, Ilaria Miarelli Mariani, al
presentar la muestra, que es la primera gran exposición
monográfica en Italia dedicada al maestro modenés, nacido en
1933.
Comisariada por Jean-Luc Monterosso, la exposición guía al
visitante a través del descubrimiento del universo creativo del
fotógrafo, revelando aspectos inéditos y trazando su evolución a
partir de los paisajes naturales y urbanos que han caracterizado
gran parte de su producción desde los años sesenta.
"¨Cómo empecé a ser fotógrafo? Me fecundé a mí mismo, a lo
que veía y a lo que pensaba; cuando hice el servicio militar,
explica Fontana, había un tipo que hacía fotos, me gustó y
empecé a hacerlas yo también, al principio en mi tiempo libre,
luego poco a poco a tiempo completo".
"Al vender un negocio que tenía entonces, pude fotografiar y
conocer gente durante unos años: la fotografía se convirtió en
algo importante, dio sentido a mi vida y me trajo aquí, delante
de ustedes, que me dan parte de su tiempo como yo se lo doy a
ustedes"', agrega.
Una reciprocidad que también ha caracterizado su obra: "No
soy fotógrafo de paisajes ni de personas, fotografío lo que me
trae la vida y eso representa lo que somos a 360 grados: si
fotografío un paisaje me convierto en el paisaje y éste se
convierte en mí, es una fusión", dice el maestro.
No reniega de las fotos hechas para periódicos, incluso de
moda, porque "fotografiaba lo que quería". Pero, advierte, "hay
una gran diferencia entre la fotografía de encargo y la
inspirada. Yo soy lo que se ve aquí".
Reivindica la fuerte elección de fotos en color: "el blanco
y negro está todo inventado. Los que viven una vida en blanco y
negro tienen mala suerte' sonríe, mientras que entre película y
digital no ve una gran diferencia: 'Hago fotos como si siguiera
utilizando película, me interesa el resultado'.
Y entre paisajes naturales, sombras, agua, el recorrido por
la exposición lleva al visitante a través de, dice Monterosso,
fundador y director de la Maison Européenne de la Photographie
de París, "un panorama de más de 60 años de carrera de Fontana,
que experimentó con un poco de todo" empezando por su elección
de película, la Ektachrome, más barata que la Kodachrome pero
sobre todo con un revelado menos elaborado, también factible en
Módena.
La publicación en 1978 del volumen Skyline marca la carrera
del fotógrafo y su producción artística. La exposición prosigue
con una serie de instantáneas de paisajes naturales captados en
las distintas tonalidades de las cuatro estaciones: mar, nieve y
verdes llanuras que culminan en la famosa imagen "Puglia 1978"¯
dividida en dos bloques de colores contrastados, azul cielo y
amarillo trigo.
El recorrido continúa con fotografías que dan cuenta del
estudio de las sombras del maestro. En 1979, Ralph Gibson invitó
a los fotógrafos más influyentes de la época a contribuir con un
rollo entero de película en blanco y negro al libro Contact
Theory. Fontana aceptó el reto y eligió como tema el Palazzo
della Civilt… Italiana de EUR, creando obras caracterizadas por
una atmósfera metafísica que casi evoca las pinturas de De
Chirico.
Estas obras introducen una serie de instantáneas tomadas en
Francia y Asia que captan a personas en contextos urbanos como
París 1994 y Tokio 1983. Y de nuevo el agua y, en particular, la
piscina, un espacio explorado por Fontana entre 1982 y 1987 con
pinturas que celebran la luz y los colores de California.
Un tema también explorado por el pintor estadounidense
Edward Hopper, pero con una vena más melancólica. Para Fontana,
la piscina es también una oportunidad para exaltar la belleza de
la forma femenina, creando imágenes de una discreta sensualidad,
que encontrará su máxima expresión en el uso de la Polaroid.
(ANSA).