Por Silvana Logozzo
(ANSA) - TEL AVIV, 14 DIC - Las informaciones que logró
transmitir a su país fue una contribución tan valiosa que
permitió la victoria en la Guerra de los Seis Días de 1967.
Ahora Israel, con la caída de Assad y Siria sumida en el caos,
intenta recuperar los restos del legendario espía. del Mossad,
Eli Cohen, descubierto y ahorcado en público en la plaza central
de Damasco en mayo de 1965. Según el periódico libanés Al
Akhbar, Jerusalén negocia con los sirios y otros países para
averiguar dónde Cohen fue enterrado aprovechando la caída del
régimen de Assad.
La vida y actividad de espionaje de Cohen en Siria, país
acérrimo enemigo de Israel, que le valió el título de héroe
nacional, además de estar contada en libros de historia, fue
adaptada recientemente en la famosa serie de Netflix 'El espía'.
Cohen no era sólo un espía, era una figura conocida y
respetada entre la élite siria: asistía a eventos sociales,
cultivaba vínculos de alto nivel e incluso mantenía contactos
con Amin al-Hafez, el entonces presidente sirio. Su proximidad
con el poder le dio acceso a información confidencial
inaccesible para cualquier otra persona.
Uno de los éxitos de inteligencia más importantes fue la
recopilación de información sobre el despliegue de fuerzas
sirias en los Altos del Golán. El agente encubierto del Mossad
logró visitar los puestos de control militares, fingiendo
interesarse por las condiciones de vida de los soldados y
sugiriendo, de forma amistosa, plantar algunos árboles cerca de
las posiciones para ofrecerles sombra: esos mismos árboles, tres
años después, fueron utilizados por las Fuerzas de Defensa de
Israel (FDI) como puntos de referencia para los ataques durante
la Guerra de los Seis Días.
Cohen también logró descubrir y revelar a su país detalles
sobre el armamento enviado a Siria por la Unión Soviética, y
cómo Damasco se coordinaba con otros países árabes. No sólo eso:
obtuvo datps valiosos sobre los planes sirios para desviar las
fuentes del río Jordán con el fin de comprometer el suministro
de agua de Israel.
Eli Cohen, nació en 1924 en Alejandría, Egipto, en el seno
de una familia judía tradicional, emigró a Israel a principios
de la década de 1950 y se estableció en Bat Yam. Con su
carismática personalidad fue seleccionado para trabajar como
agente del Mossad a principios de los años 1960. Bajo el nombre
falso de Kamel Amin Thaabet, se hacía pasar por un rico
empresario de origen sirio, que regresaba de Argentina para
integrarse en la élite económica y social de Siria.
Sus habilidades sociales y su alto coeficiente intelectual
le permitieron infiltrarse profundamente en la sociedad educada,
convirtiéndose en amigo cercano de militares y funcionarios
gubernamentales de alto rango. Fue descubierto en 1965, cuando
la inteligencia de Hafez logró localizar sus comunicaciones por
radio con Israel, establecidas con equipos avanzados
suministrados por la Unión Soviética. Fue detenido, interrogado
y torturado, pero guardó silencio y se negó a revelar algún
detalle. Fue ahorcado públicamente. La ejecución conmocionó a
Israel y lo convirtió en un héroe nacional. Desde entonces, la
familia ha estado luchando para traer sus restos a Israel.
(ANSA).