(ANSA) - FLORENCIA, 14 DIC - A 13 días de haber protagonizado
uno de los episodios más angustiantes de los últimos tiempos en
el fútbol italiano, tras desplomarse en el campo de juego en el
partido que jugaban Fiorentina e Inter, el mediocampista Edoardo
Bove se reencontró hoy con sus compañeros de equipo después de
recibir el alta médica el viernes en el hospital Careggi.
Dos semanas casi que parecieron una vida, sobre todo para los
familiares del futbolista, sus amigos y colegas y para tantos
otros más, luego de aquella imagen que remitió a los peores
momentos del deporte más popular del planeta, una pesadilla que
hoy parece haber quedado definitivamente atrás como lo reflejaba
la sonrisa del propio Bove al arribar al centro Viola Park.
Después de pasar 12 días internado, varios de ellos en terapia
intensiva, la imagen del mediocampista posando para las fotos
con los fanáticos apostados en las adyacencias del centro
deportivo de Fiorentina y firmando algunos autógrafos, así como
el abrazo con el que se fundió con sus compañeros, son el mejor
epílogo que podía imaginarse.
Presentes en el emotivo regreso estuvieron también el técnico
del plantel, Raffaele Palladino, y dirigentes del club de
Florencia que lo recibieron con los brazos abiertos cuando
arribó al lugar conduciendo su propio vehículo, como si todo lo
sucedido a lo largo de estos días hubiese sido sólo un mal
sueño.
Lamentablemente, no fue así, pero el susto pasó y ahora lo
importante es que Bove, de 22 años, vuelve a sonreír y se
ilusiona con la posibilidad de regresar al fútbol siempre y
cuando los médicos se lo permitan pues le fue implantado un
desfibrilador subcutáneo removible durante su estadía en el
hospital Careggi.
Por ahora, el volante deberá conformarse con observar desde
afuera a sus compañeros de equipo, como lo hizo hoy durante el
entrenamiento que realizaron pensando en el partido que jugarán
mañana en el estadio Renato Dall'Ara frente a Bologna por la
decimosexta fecha de un campeonato que tiene a Fiorentina entre
sus principales animadores.
No tiene fecha todavía aquel de la decimocuarta jornada con
Inter suspendido a los 17 minutos en un Artemio Franchi
conmocionado por lo que le ocurrió a Bove (que padeció una
arritmia ventricular que le provocó una repentina baja de
potasio en sangre), un mal recuerdo, pero también una importante
señal de advertencia para todos los que de un modo u otro están
vinculados con el fútbol.
Por lo pronto, Fiorentina confirmó que respetará el contrato que
tiene hasta junio próximo con el jugador arribado en agosto a
préstamo desde la Roma, aunque habrá que esperar a la
recuperación total de Bove para saber si la Liga de Serie A le
permite volver a jugar, aunque su reglamento no habilita a
jugadores con desfibriladores implantados a competir en esa
categoría.
Le sucedió en su momento al mediocampista danés Christian
Eriksen, quien pasó por una situación similar a la de Bove en la
Eurocopa de 2021, tras lo cual le fue implantado un
desfibrilador subcutáneo, razón por la cual rescindió de común
acuerdo su contrato con Inter.
Hoy, Eriksen juega en Manchester United, al que arribó a
mediados de 2022 tras un breve período en el Brentford, que le
abrió las puertas para que regresara al fútbol, debido a que en
la Premier League el reglamento sí permite que futbolistas en
esa situación disputen el torneo, así como sucede en otras de
las principales Ligas de Europa. (ANSA).