Por Serena di Ronza
(ANSA) - NUEVA YORK, 15 DIC - Las sanciones económicas que
Estados Unidos está considerando imponer a la Corte Penal
Internacional (CPI) amenazan la existencia de la propia CPI.
La advertencia procede de la presidenta del tribunal
internacional, Tomoko Akane, quien, en una entrevista concedida
al diario japonés Asahi Shimbun, insta a Japón, el mayor
financiador de la CPI, a actuar.
Tokio "tiene la obligación de interponer algún tipo de acción
política o diplomática", ya que Japón "es una de las naciones
que asumió internacionalmente la importancia del Estado de
derecho", declaró Akane.
Si se adoptaran las sanciones que se están discutiendo en el
Senado estadounidense, sería "imposible que la CPI siga
existiendo", observó, destacando cómo las medidas en estudio
podrían obligar a los bancos, no solo en Estados Unidos, sino
también en Europa, suspender todas las transacciones con la
Corte Internacional.
"Si esto ocurre, no podremos pagar a nuestros empleados y
nos veremos obligados a cesar nuestras actividades", precisó
Akane, advirtiendo de que, en caso de materializarse esta
hipótesis, las órdenes de detención dictadas contra (Benjamin)
Netanyahu y (Yoav) Galant, pero también contra el presidente
ruso, Vladimir Putin, y los dirigentes de Hamás, serían
efectivamente inaplicables.
"El Estado de derecho en la comunidad internacional",
advirtió, "quedaría inutilizado y las víctimas de crímenes de
guerra no serían indemnizadas".
Estados Unidos amenazó con imponer sanciones a la CPI
después de que el tribunal dictara órdenes de detención contra
el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el exministro
de Defensa Yoav Gallant.
Joe Biden rechazó de plano la decisión de La Haya y dijo
estar abierto a la posibilidad de imponer sanciones contra la
CPI de acuerdo con el Congreso.
Donald Trump, según los rumores, querría ir aún más lejos
introduciendo sanciones personales contra el fiscal jefe y los
jueces que emitieron las órdenes.
El presidente electo criticó duramente a la CPI durante sus
primeros cuatro años.
"Por lo que respecta a Estados Unidos, la CPI no tiene
jurisdicción, legitimidad ni autoridad. Nunca entregaremos la
soberanía de Estados Unidos a una burocracia global no elegida y
que no rinde cuentas", había dicho hablando en la Asamblea
General de la ONU en 2018.
Estados Unidos nunca ratificó el Estatuto de Roma que dio
origen al Tribunal de La Haya, pero coopera con la corte
internacional cuando los estadounidenses están en la mira de los
enemigos. (ANSA).