(ANSA) - AJACCIO, 15 DIC - La Iglesia en Europa enfrenta
desafíos crecientes, pero esto puede ser algo bueno, dijo hoy el
Papa Francisco en su discurso a los obispos y religiosos en la
catedral de Santa María Asunta en Ajaccio.
"En el contexto europeo en el que nos encontramos, no faltan
los problemas y los desafíos que atañen a la transmisión de la
fe, y cada día - dijo Francisco dirigiéndose al clero y a los
religiosos - ustedes afrontan esto, descubriéndoos pequeños y
frágiles: son poco numerosos, no tienen medios potentes, los
ambientes en los que se desenvuelven no siempre son propicios
para acoger el anuncio del Evangelio".
"Muchas veces están abiertos al Evangelio pero no al
portavoz", agregó.
"Sin embargo, esta pobreza sacerdotal es una bendición",
subrayó el pontífice.
"Nos despoja de la pretensión de poder hacerlo solos, nos
enseña a considerar la misión cristiana como algo que no depende
de las fuerzas humanas, sino sobre todo de la obra del Señor,
que siempre obra y actúa con el poco podemos ofrecerle",
concluyó. (ANSA).