(ANSA) - SAN PABLO, 16 DIC - El médico personal de Luiz
Inácio Lula da Silva, Roberto Kalil, ha revelado que el
presidente brasileño estuvo a punto de morir la semana pasada
cuando una hemorragia intracraneal le obligó a ser operado de
urgencia en San Pablo la madrugada del 10 de diciembre.
"Era una situación grave, la condición que tenía era
extremadamente grave, requería tratamiento de emergencia, pero
sí, había riesgo de que sucediera lo peor", dijo Kalil en una
entrevista con Globo TV. Durante el reportaje con Globo, el
propio Lula describió la operación, explicando que tenía varios
"agujeros" en la cabeza.
"Tengo que esperar a que sane el agujero que me hicieron
para sacar el líquido. Uno para sacar el líquido, otro para
verter el suero y lavar el cerebro. Tengo varias vendas en la
cabeza", dijo Lula, que portaba un sombrero panamá para
esconderse las heridas de su cráneo.
El jefe de Estado, que fue dado de alta ayer del hospital
Sirio-Libanés, antes de regresar a Brasilia, deberá permanecer
en San Pablo, al menos hasta el jueves, cuando será sometido a
una nueva tomografía.
Lula planea regresar pronto a su rutina laboral normal en
Brasilia. El líder y fundador del Partido de los Trabajadores
(PT) se encuentra alejado -al menos físicamente- del Palacio de
Planalto desde la semana pasada. Fue operado de urgencia en la
madrugada del martes 10 para drenar un hematoma entre el cerebro
y una de las membranas que rodean el órgano.
Después de seis días hospitalizado, Lula fue dado de alta
este domingo por la mañana.
En entrevista exclusiva con el programa "Fantástico" de
Globo TV, el presidente afirmó que se encuentra "completamente
bien". "Me quedaré hasta el jueves, porque tengo que hacerme una
nueva tomografía. Y quiero hacerla en el mismo lugar donde hice
las demás. Luego iré a Brasilia a trabajar normalmente", apuntó.
"Estaba preocupado porque, después de todo, la cabeza es
la parte más delicada. Pensé que estaba fuera de peligro, esa es
la verdad. Pensé que estaba fuera de peligro, porque la última
resonancia magnética que me hicieron mostró que la cantidad de
líquido en mi cabeza estaba disminuyendo, pero fue mi error",
reveló.
A su regreso a las tareas, Lula enfrentará desafíos,
principalmente en la agenda económica del gobierno, un área
donde le llueven críticas, que se hicieron más frecuentes
durante las negociaciones sobre el paquete de medidas para
controlar el aumento del gasto público.
Las propuestas de recorte, enviadas al Congreso por el
Palacio do Planalto, aumentaron el descontento de parlamentarios
y agentes del mercado financiero con la dirección económica del
tercer mandato de Lula. Los líderes gubernamentales han estado
trabajando para asegurar la aprobación de estos proyectos este
año, antes de que el Congreso entre en receso el 23 de
diciembre.
En TV Globo, Lula criticó el aumento del tipo de interés
básico. También reafirmó su compromiso con la responsabilidad
fiscal y no estuvo de acuerdo con la evaluación del paquete de
gasto por parte del mercado financiero.
"Repito: nadie en este país, en el mercado, tiene más
responsabilidad fiscal que yo. Entregué a este país, ya sabes,
en una situación muy privilegiada. Eso es lo que quiero hacer de
nuevo. Y no es el mercado el que tiene que preocuparse por el
gasto público. Es el gobierno, porque si no controlo el gasto,
si gasto más de lo que tengo, los pobres pagarán", afirmó Lula.
"Hicimos lo que era posible enviando (el paquete de
medidas, NDR) al Congreso Nacional. Lo único malo en este país
es que la tasa de interés esté por encima del 12%. Eso es
incorrecto. No hay explicación", enfatizó Lula. (ANSA).