(ANSA) - ROMA 16 DIC - Una encuesta del Instituto Espresso
Italiano saca a relucir los distintos perfiles del consumidor
del café y lo que éste es apreciado por los adolescentes.
Son siete los tipos de clientes: desde los exploradores del
gusto hasta los estetas solitarios, pasando por los
individualistas enérgicos.
Para todos el café en el bar tiene un fuerte componente de
sociabilidad.
Este último es el valor preponderante, además de disfrutar del
placer de degustar un producto de calidad.
Para los italianos, el café no solo es una bebida, sino que
también es una experiencia que abarca los sentidos, representa
un momento de conexión social y reflexión personal, y está
profundamente radicado en la cultura nacional.
En la encuesta, encargada por el Instituto Espresso Italiano
y dirigida por Furio Camillo con Sylla, han participado
consumidores de varias edades (adultos y de la Generación Z).
El expreso en el bar, según los entrevistados, obtiene 8,6
votos sobre 10.
En la franja de adolescentes, pese a que frecuentan poco el
bar, el 7% lo hacen cada día y el 15% al menos una vez por
semana.
"Los jóvenes italianos, en concreto, no buscan solo un café
que les despierte por la mañana, sino que buscan un café que les
haga sentir parte de algo auténtico, que transmita pasión y
tradición.
"Este es el café que marca la diferencia", añade Alfonso
Brunetti, director de investigación de Sylla.
Para ambas franjas de edad, adultos y adolescentes, la
calidad del café es el principal motivo de elección de un bar,
un 73,8%.
De todas formas, los adultos atribuyen una mayor importancia
a la profesionalidad del barista (7 sobre 10), mientras que los
de la Generación Z por debajo de 18 años prefieren locales
cómodos donde pasar el tiempo.
La encuesta ha dividido los siete perfiles entre varios
tipos de consumidores.
El primero son los estetas solitarios, es decir, personas
que aprecian la calidad y la atmósfera del bar pero sin un
fuerte compromiso social.
Al segundo los llama los frecuentadores desinteresados:
individuos que frecuentan el bar como parte de la rutina pero
sin una particular relación con la experiencia.
Los terceros, los socializadores prácticos, son las personas
que ven el bar como un lugar de socialización, sin dar mucha
importancia a la calidad del café.
Los exploradores de gusto, los cuartos, son individuos a los
que les gusta experimentar nuevas variedades de café y atribuyen
mucha importancia a la calidad.
El quinto perfil son los amantes de la calidad reflexivos,
es decir, personas que aprecian la calidad del café pero sin
asociarlo a la energía o la concentración.
Los enérgicos individualistas, sextos, son personas que ven
el café como parte de su estilo de vida, asociado a energía y a
placer personal.
Los séptimos son los adictos al café: individuos con una
gran pasión por el café, considerado parte de su cultura y
estilo de vida. (ANSA).