(ANSA) - MADRID 17 DIC - La monja nicaragUense desterrada
Azucena Bracamonte Valle relató que se quedó helada y lloró al
conocer que se le prohibía la entrada en su país.
A la religiosa, de 57 años, originaria de Río Blanco
(Matagalpa), de la congregación Hermanas Franciscanas, le fue
impedido abordar en México un vuelo con destino a Nicaragua el
pasado 5 de diciembre.
Llevaba dos años fuera de Nicaragua, viviendo entre Italia y
España, y planeaba pasar allí sus vacaciones de fin de año y
visitar a su madre anciana y enferma.
"Preparé este viaje con regalitos para cada miembro de la
familia", relató al diario La Prensa desde Madrid, adonde
regresó tras serle prohibido el ingreso en Nicaragua.
En la escala de México, cuando fue a solicitar la tarjeta de
embarque a Managua le fue comunicado que no podía abordar.
"Me quedé helada, sentí que me desmayaba, sentí rabia e
impotencia y lloré", relata.
En la Embajada de Nicaragua de México se le dijo que la
prohibición de viajar a su país había sido emitida desde
Ordenación.
El gobierno de Daniel Ortega dio un ultimátum a principios
de este mes a todas las monjas para que abandonen el país hasta
final de año, denunció la abogada e investigadora Martha
Patricia Molina. (ANSA).