Por Marcos Romero
(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 18 DIC - El gobierno mexicano
anunció un ambicioso programa de desarme de ciudadanos con apoyo
de iglesias de distintos credos, con el fin de hacer frente al
grave problema de la existencia de pistolas, rifles y fusiles de
asalto, lo mismo que cartuchos, en las viviendas a pesar de
estar prohibidas en su mayoría.
La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que las Iglesias
católica y evangélica, así como de otras denominaciones,
colaborarán en este programa denominado "Sí al desarme, sí a la
paz", el cual permitirá a la gente "ir a entregar su arma de
manera voluntaria" a cambio de "recursos económicos dependiendo
del arma" que se lleve, sin ninguna averiguación.
"Lo que queremos es desarmar" a los ciudadanos, dijo la
jefa de Estado, indicando que el plan, semejante a otro que se
aplicó exitosamente en la capital mexicana cuando Sheinbaum era
intendente de la urbe, entrará en vigencia el año próximo.
También se han adoptado estas campañas en otras zonas
azotadas por la criminalidad, que se encuentra en pleno auge
desde que en 2006 el entonces presidente Felipe Calderón inició
la "guerra contra el crimen" con apoyo de las Fuerzas Armadas,
que arroja hasta ahora casi 500.000 muertos y unos 110.000
desaparecidos.
"Cada gobernador tiene su propia estrategia. Nosotros
tenemos que participar y orientar para que todos se unan" en el
Gabinete de Paz que realiza reuniones de lunes a viernes y es
encabezado por cada jefe de gobierno", expuso.
En México no existen armerías y todos los artefactos de este
tipo solo se pueden adquirir en las tiendas del Ejército, que es
el único que puede extender permisos de portación, excepto en el
caso de calibres de alto poder, o en el mercado negro.
Sin embargo, en los hogares hay cada vez más armas que
nunca, la mayoría procedentes de Estados Unidos, aunque también
las hay de China y Rusia, pero también de Rumania, Georgia,
Italia, Austria y Brasil.
La Agencia Nacional de Aduanas y las fiscalías de los
Estados señalaron al diario El Sol de México que ha aumentado un
60% la confiscación de armas y municipios de fabricación rusa en
el último año, al pasar de 9.123 en enero del 2023 a 14.618 en
el mismo lapso del 2024.
En tanto, cada año ingresan ilegalmente a México, desde
Estados Unidos, casi 20.000 armas que terminan en manos de
cárteles, según la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y
Explosivos (ATF por sus siglas en inglés) del país vecino.
El 70% de las armas que se encuentran en escenas del
crimen en México son de manufactura estadounidense, señalan
fuentes oficiales.
Especialistas estiman que parte de las armas de fuego
fabricadas en China y Brasil, ingresan de manera ilegal a México
a través del puerto occidental de Manzanillo, costas del
Pacífico, y Centroamérica.
Estas armas son ofrecidas por agentes de la Policía de
Investigación, perteneciente a la Fiscalía General, en chats por
internet y terminan en manos de delincuentes y de ciudadanos,
pero suelen ser usadas sobre todo en robos con violencia, según
el diario mexicano Reforma, según el investigador del World
Justice Project, Juan Salgado.
Luis Wertman, presidente de la organización Confianza e
Impulso Ciudadano, dijo que las armas que llegan a los
ciudadanos se venden "con la falsa idea de que con esa medida
estarían protegidos". (ANSA).