Por Michele Esposito
(ANSA) - BRUSELAS, 18 DIC - Migrantes y la cuestión
automotriz, bajo el gran tema de la guerra en Ucrania y de los
efectos del retorno de Donald Trump. La misión en Bruselas de
Giorgia Meloni, para el primer Consejo Europeo presidido por
Antonio Costa, ante todo conlleva estos tres conceptos.
En el primer punto, la premier eligió un camino muy similar
al del pasado octubre: reunir a los países miembros que apoyan
la línea dura sobre flujos ilegales. El encuentro de los 11
"halcones" está previsto antes del comienzo de la cumbre UE.
La presencia de Ursula von der Leyen -que en octubre estaba
en la mesa- no fue confirmada, pero, en los hechos, la
presidenta de la Comisión mostró que desea ocuparse en primera
persona del dosier de los migrantes y de comprometer a casi, o
todo, aquel que respalda el gobierno.
Los líderes de Austria, Chipre, Polonia, República Checa,
Grecia, Hungría, Malta, Eslovaquia respondieron sí a la
convocatoria de Italia, Dinamarca y Holanda.
Juntos relanzarán la necesidad de repatriaciones rápidas y
eficaces, además de contar con una flamante lista de países
seguros, también gracias a lo ocurrido en Siria. Von der Leyen
ya aseguró que propondrá una directiva sobre repatriaciones en
febrero. Trabajar en la nueva lista de países seguros es más
complejo, como lo es recurrir a la aplicación temprana de
algunas partes del Pacto sobre Migración y Asilo, dadas las
diferentes sensibilidades de las Cancillerías europeas, por
ejemplo en la cuestión de la reubicación.
La vía albanesa de los hubs (centros de agrupación) para las
repatriaciones a terceros países, indicada por Meloni en Roma y
en Bruselas, ganó la curiosidad de tantos, primero de todos, Von
der Leyen. El tema, sin embargo, es espinoso. Quienes en la UE
trabajan en el expediente son conscientes de la resistencia de
muchos países -principalmente España, donde el intento hecho por
Roma con Albania se considera un fracaso- y del caos que una
iniciativa similar podría provocar en la Eurocámara. Meloni
también hablará de ello en la cumbre del día 27 por la tarde
cuando el expediente aterrice en la mesa.
Ya en ocasión de la cumbre UE-Balcanes las imágenes del
circuito televisivo capturaron a la premier mientras hablaba con
Viktor Orban y el primer ministro albanés Edi Rama. Y el líder
magiar, en la noche, confió en la red X una foto que lo mostraba
codo a codo con Meloni.
No obstante, la jefa del Gobierno italiano ya pudo hacer oír
su voz en el almuerzo de trabajo, esta vez junto con el primer
ministro checo, Petr Fiala. El tema ahora es el sector del
automóvil y la necesidad de cambiar la prohibición de vehículos
que queman combustibles fósiles de aquí a 2035. "Estamos
trabajando con Italia para posponer las multas para los
objetivos de emisiones de 2025 y queremos iniciar un debate
sobre el cambio de las reglas", anticipó Fiala,
Roma y Praga plantearán la cuestión en el marco del debate
-solo entre los líderes a instancias de Costa- acerca del papel
de la UE en el mundo. Traducción: cómo actuar con Donald Trump
y Estados Unidos por un lado y China por el otro, con la
pesadilla de nuevos aranceles en el horizonte. Meloni ya se ha
convertido en vocera de una vía "pragmática", compartida hasta
ahora por Bruselas. Y es un camino cuyos efectos, en términos de
apoyo de la UE, ya podrían quedar claros en la reunión nocturna,
en la residencia del secretario general, Mark Rutte, con
Volodimir Zelensky y un reducido grupo de aliados. (ANSA).