(ANSA) - PARIS, 18 DIC - El expresidente francés Nicolas
Sarkozy fue condenado a tres años de prisión por corrupción y
tráfico de influencias, uno de ellos sin libertad condicional,
con el beneficio de una tobillera electrónica.
De hecho, el Tribunal de Casación rechazó en apelación el
recurso de los abogados de Sarkozy contra la sentencia
definitiva.
La de Sarkozy, de 69 años, es una sentencia sin precedentes
para un ex jefe de Estado francés.
Dentro de un mes, Sarkozy debería ver aplicada la sentencia
de un año de limitación de su libertad con la entrega de una
tobillera electrónica. En realidad, en apenas un mes el
expresidente cumplirá 70 años y podrá pedir no cumplir el año de
la tobillera electrónica.
En el caso comúnmente conocido con el nombre de "Bismuto",
utilizado por el expresidente para sus contactos confidenciales,
Sarkozy fue declarado culpable de haber firmado, en 2014, junto
con su antiguo abogado, Thierry Herzog, un "pacto de
corrupción". con Gilbert Azibert, magistrado superior del
Tribunal de Casación, para poder comunicarle información e
intentar influir en los magistrados sobre un recurso de Sarkozy
en otro asunto, el del caso Bettencourt.
Esto fue a cambio de "una mano amiga" prometida al juez por
un puesto honorario en el principado de Mónaco. Los tres
acusados ;;siempre han negado el delito, recordando que el
tráfico de influencias no se produjo porque el magistrado nunca
obtuvo la protección deseada.
Sarkozy "cumplirá" la sanción impuesta, pero llevará el
asunto al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (CEDH), anunció
su abogado, Patrice Spinosi.
"Nicolas Sarkozy obviamente cumplirá la sanción impuesta,
que ahora es firme", comentó Spinosi.
"Al mismo tiempo, recurrirá ante el Tribunal Europeo en las
próximas semanas, como ahora tiene derecho a hacerlo, para
obtener la garantía de los derechos que los jueces franceses le
han negado", añadió el abogado. Esta remisión no impide, sin
embargo, la ejecución de las sanciones impuestas.
"El recurso ante el Tribunal Europeo se explica por el hecho
de que la jurisprudencia del propio Tribunal es contraria a lo
establecido hoy por el Tribunal Supremo francés, que rechazó el
recurso de Nicolas Sarkozy", explicó Spinosi.
"Es la primera vez en Francia que una persona es condenada
únicamente sobre la base de comunicaciones telefónicas
interceptadas con su abogado. La interceptación entre un abogado
y su cliente no puede utilizarse contra el propio cliente, es
una norma que forma parte de las libertades fundamentales y que
justifica nuestro recurso", agregó. (ANSA).